Betty Walter es una amante de los animales, ella tiene 4 perros en su hogar y además es miembro de Long Drive Dog and Cat Hospital, donde puede desarrollar toda su pasión por los animales.
Durante el huracán Harvey ella estaba muy preocupada por los perros que morirían. En las noticias siempre se habla de las personas que han sido víctimas pero nunca de la cantidad de animales que mueren.
Todos los ciudadanos de Houston, Texas, EE. UU., fueron advertidos de que el huracán Harvey afectaría a muchos hogares, esto ayudó a que muchas familias se previnieran; sin embargo, también hubo muchas personas que abandonaron sus hogares y a sus animales con ellos.
Bett decidió quedarse en su casa, la resguardó de acuerdo a las indicaciones de las autoridades y esperó durante horas a que la tormenta pasara. Pero para ella estas fueron las horas más difíciles de su vida, pues no dejaba de escuchar el llanto de los perros de sus vecinos que habían sido abandonados en sus hogares.
«No creo que vaya a olvidar esos gritos de ayuda de perros en mi vecindario. Mucha gente mantenía a su perros fuera. Traté de ir a rescatar a una pareja de perros. El agua era demasiado alta. Me quedé allí con ellos hasta que conseguí ayuda, me negaba a dejarlos solos. He seguido rescatando perros desde entonces», escribe Betty en su cuenta de Facebook.
Ella entendía que los rescatistas estaban dando prioridad a las vidas humanas, pero se negó a dejar que los perros se quedaran sin la posibilidad de recibir ayuda.
Betty pasó al menos 14 horas en su ático con todos los perros que iba rescatando en espera de que alguien le ayudara a transportarlos. Hasta que dos hombres de Deer Park pasaron por el vecindario en un bote para ayudar a los sobrevivientes, cuando Betty les explicó su situación, no dudaron en ayudarla.
«Me vieron muy desesperada por recibir ayuda y uno de los hombres dijo: «Vamos a llevar a todos los perros, no nos vamos a separar de ustedes ni de ellos«.
En total Betty rescató a 21 perros, de todas las edades y tamaños. Todos ellos fueron cargados en el bote y los llevaron a un terreno más alto.
«Estaba preocupada porque eran demasiados perros, pensé que el bote se volcaría con el peso. Les dije a los hombres que hicieran dos viajes, pero ellos dijeron que no, que aprovecharían para llevarlos a todos en un solo viaje. No había lugar para nadie más en el bote, ni humanos ni perros, yo tuve que caminar junto al bote en el agua y me sostenía de él para sacar la cabeza del agua y poder respirar«.
Betty arriesgó su vida al ir a rescatar a cada uno de esos perros, 21 veces arriesgó su vida pero no lo dudó, porque los animales merecían ser rescatados. Sin duda es una muestra de su valentía y amor por los animales y merece ser reconocida por ello.
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