El que ha tenido que ver cómo se apaga la vida de un animal querido y despedirlo para siempre, sabe lo que se siente quedar con el alma rota por el vacío que deja su ausencia física, y que solo podrá ser ocupado por su recuerdo agradeciendo haber tenido la bendición de contar con la amistad inquebrantable del mejor de los amigos.
El mismo duelo y lucha por encontrar consuelo que sienten muchos animales cuando quedan desprotegidos, abandonados por sus propias familias, que ya no los quieren porque están consumidos por la vejez o enfermedad. Igual les pasa a los animales que les han robado la vida, están en manos de gente que piensa que no tienen sentimientos considerándolos desechos o productos de consumo.
No tienen un hogar donde pasar el resto de sus días. Muchos de ellos se quedan sin una segunda oportunidad.
Afortunadamente, hay gente que piensa diferente, escriben historias que dejan una huella imborrable en los corazones, no se rinden porque su amor por los animales es inagotable.
Como el de Alexis Fleming, defensora de los derechos de los animales, a la que una vez le dieron solo seis semanas de vida, se ha dedicado a ayudar a seres abandonados con enfermedades terminales.
Es la Fundadora del refugio The Maggie Fleming Animal Hospice, situado en un entorno pacífico en el noreste de Escocia. Se inspiró en la pérdida de su propio perro, Maggie, que extrañará hasta su último aliento, esperando ser capaz de dar lo mejor de sí en su memoria.
Alexis padece la enfermedad de Crohn, una enfermedad inflamatoria intestinal recurrente crónica, su condición se deterioró hasta el punto en que los médicos temieron que solo tenía semanas de vida. Pero Alexis desafió las expectativas médicas, y aunque sigue siendo difícil, está determinada a que la enfermedad no domine su vida y seguir adelante con su sueño.
Para Alexis, el difícil trabajo de cuidar animales enfermos y abandonados también le ha ayudado a sobrellevar psicológicamente su condición y a confrontar sus propios sentimientos sobre la muerte.
Fue así que en marzo de 2016, fundó el santuario The Karass Farmed Animal Sanctuary, que funciona como organización benéfica, ubicado cerca de Kirkcudbright en Dumfries y Galloway. Es un hogar mucho más grande que dirige con el apoyo de su pareja Adam, equipado con un estándar que pueda garantizar a todos sus residentes rescatados la mejor atención posible, cuidado personal, comodidad, dignidad, amor y paz al final de sus vidas.
Lo hizo en honor a su perrita Maggie, a quien rescató del patio trasero de un criador que quería deshacerse de ella porque ya no le servía para nada. Alexis respondió de inmediato el anuncio, simplemente tenía que ayudar a esa chica, dijo.
Pronto se dio cuenta que había encontrado su alma gemela perruna, y debían compartir la vida juntas. Así fue durante casi siete años, compartió momentos inolvidables con su compañera de cuatro patas, hasta el 24 de octubre de 2015, que su amada amiga murió, de forma trágica, debido a una complicación de la cirugía. Alexis quedó devastada, había sido diagnosticada con cáncer de pulmón 10 días antes.
“Estaba tan afligida de no poder estar con Maggie cuando ella murió, entonces decidí que quería estar allí para otros animales”.
“Le prometí a Maggie que nunca la abandonaría, pero murió sin que yo estuviera allí, y eso me dolerá hasta mi último aliento”.
Abrumada por el dolor de la pérdida y al no poder cumplir la promesa de estar siempre con ella, de nunca dejarla sola, especialmente al final, juró que en su nombre estaría para tantos animales abandonados como pueda.
Además de tener perros, cuida de animales de granja, muchos de los cuales se han salvado del matadero incluyendo ovejas, cerdos, pavos, gallos y gallinas.
Dice que de otro modo no tendrían a dónde ir cuando necesiten un amigo en un lugar seguro para sentirse como en casa, relajarse y consolarse a medida que su luz se apaga y su tiempo se acerca a su fin.
“Me rompe el corazón todo el tiempo. Ningún animal merece morir con miedo, dolor o solo sin nadie que los cuide a su lado”.
«Si eso significa que necesito atravesar el proceso de duelo para que tengan unos días o semanas finales realmente hermosos, entonces valdrá la pena».
Su principal inspiración fue, por supuesto, Maggie; sin embargo, Alexis dice que ha conocido, amado y perdido otros amigos y todos la han iluminado de alguna manera.
Cuenta que a Maggie le diagnosticaron cáncer de pulmón días después de haber llevado a casa a Osha, una perrita que había sido abandonada en una perrera con dos grandes tumores, a la que decidieron no darle el tratamiento que necesitaba y le dieron poco tiempo de vida. Alexis pudo sacarla de la perrera y cuidarla, para sorpresa de todos ahora está muy bien, con un pronóstico de vida normal y es una integrante más de su familia.
Si deseas conocer más sobre el santuario puedes visitar su página web con un clic aquí. Se manejan con la política de puertas abiertas, por lo que reciben visitas de personas interesadas en conocerlos.
Puedes inspirar a otros compartiendo su bella historia, se trata permitir que los animales rescatados o no, puedan vivir sin ser lastimados, sintiéndose amados y acompañados en un hogar hasta el final de sus vidas.