Hasta hace algunos meses Lorrayne Starr era un ordinaria profesora de primaria en Reino Unido. Jamás imaginó lo que estaba a punto de sucederle en pleno Año Nuevo.
La terrible experiencia comenzó cuando Lorrayne decidió fotografiar un acantilado en Trimingham, Norfolk, en compañía de su querida perrita terrier llamada Olive.
Cuando Lorrayne soltó la correa de Olive para tomar una foto, la traviesa canina empezó a correr hacia el empinado acantilado. Lorrayne corrió detrás de su mascota y cayó dentro del lodo espeso donde quedó atascada a 32 metros hacia abajo de la cima del despeñadero.
Ella es Olive, la amada mascota y compañera inseparable de Lorrayne.
Lorrayne quedó atrapada en el lodo después de tratar de rescatar a su querida Olive.
«Por primera vez en mi vida me dio tanto miedo… sentí que moriríamos, fue horrible,» dijo Lorrayne, quien se encontraba de vacaciones en una casa de campo en Trimingham con un grupo de cinco amigos, incluyendo su pareja Philippa Hope, al momento de la tragedia.
La sonriente Lorrayne jamás imaginó que le sucedería algo tan trágico en pleno Año Nuevo.
Sin señal en su celular, Lorrayne estaba aterrada, cade vez se hundía más en el barro y durante más de una hora trató en vano de pedir ayuda a gritos. Con tristeza recordó que Philippa le había dicho que tuviera mucho cuidado cerca de los acantilados, así que empezó a gritar «Lo siento, tenías razón. Por favor ven y encuéntrame ahora».
Afortunadamente después de dos horas de desesperación total y un miedo incomparable…
Un hombre que paseaba por los alrededores con sus dos perros, escuchó sus gritos y se acercó a auxiliarla.
El generoso hombre, quien prefirió permanecer anónimo, recuerda haber oído la voz de Lorrayne mientras uno de sus perros se acercaba al acantilado. Inmediatamente, el individuo llamó a la guardia costera y pidió ayuda urgente.
Desafortunadamente, Lorrayne se encontraba en muy malas condiciones, estaba al borde de la hipotermia, cubierta totalmente por el barro y hundiéndose cada vez más, pero sin dejar de proteger a su amada Olive entre sus brazos.
La guardia costera llegó rápidamente para auxiliar a Lorrayne y Olive.
A pesar de que su rescate no fue una tarea fácil, después de algunos esfuerzos la guardia costera logró sacarlas del acantilado sanas y salvas.
Una vez a salvo, Lorrayne fue trasladada al Hospital de la Universidad de Norwich donde le realizaron algunos estudios para comprobar que todo estuviera en orden, y dichosamente así fue.
Lorrayne se disculpó varias veces con sus rescatistas por los inconvenientes que su accidente les causó, y les agradeció infinitamente todo su tiempo y apoyo incondicional durante el rescate.
También dijo que va a estar recaudando fondos para el servicio de guardacostas en el futuro.
Sin lugar a dudas la valentía de Lorrayne al proteger a Olive fue recompensada de la mejor manera posible, con una segunda oportunidad de vida.
Esperemos que en el futuro ambas se mantengan alejadas de los acantilados. 😉
¡Comparte esta increíble historia y recuerda que por más duros que sean los obstáculos en la vida, siempre vale la pena luchar y jamás rendirse! 🙂