El egoísmo y la comodidad son cuestiones que quedan de lado cuando un ser humano pone en práctica su vocación de servicio o decide ayudar a otro desinteresadamente.
A cierta edad, llegado el momento de la jubilación muchos se sentirían conformes dedicando algo de tiempo libre para sí mismos, pero no para Pip Taylor, una mujer de 88 años que prefiere pasar su tiempo ayudando a animales no amados que ha rescatado.
Esta mujer nacida en la India, dice que siempre fue una apasionada por los animales, recuerda que durante su infancia llevaba amigos peludos a casa.
Formada como enfermera, decidió usar sus habilidades para ayudar a pacientes de otro tipo.
Reunió el dinero suficiente para comprar una propiedad en Gawler South y desde entonces ha estado rescatando y cuidando a los animales no amados, abandonados y explotados.
Pip abrió su centro de rescate hace más de 30 años con el nombre de Little Hills Animal Rescue.
Desde el primer día, Pip admitió a todas las criaturas grandes y pequeñas.
«Tomaría cualquier animal de granja que no tuviera a dónde ir», dijo.
Ha luchado por proteger a los animales con muy poco respaldo financiero. Teniendo en cuenta que se desplaza lentamente y ahora necesita un andador.
Pip confía en la generosidad de los lugareños amantes de los animales para mantener Little Hills Animal Rescue la granja en funcionamiento.
Pip proporciona a estos animales un hogar, rehabilitación y atención de por vida.
Encariñados esta hermosa labor y enamorados de los animales se han puesto a trabajar, crearon una página en Facebook para ayudar a Pip y a los animales, agradeciendo el apoyo que están recibiendo y que juntos puedan hacer que este lugar sea tan grande como lo fue cuando Pip comenzó hace 30 años.
Ahora tiene un servicio para ayudar a encontrar hogares nuevos y amorosos para todos los animales de granja que llegan a su propiedad.
Ella dice que cada animal que llega «tiene una historia», y los trata como si fueran propios hasta que encuentra una nueva vida.
Hay una gran variedad de animales en el refugio, desde cabras, gansos, caballos y ovejas. La mayoría son muy viejos y algunos tienen condiciones médicas.
Pip siempre da prioridad al bienestar de los animales, trabajando en conjunto con los veterinarios locales y organizaciones benéficas de rescate de caballos para garantizar que reciban atención de la mejor calidad.
Otis se salvó de la matanza a los pocos días de edad. Ahora va a vivir una vida larga y feliz.
Pip un día espera dar la bienvenida a los grupos escolares para educar a la próxima generación sobre cómo cuidar a las criaturas. Dice que los voluntarios siempre son bienvenidos.
Además, Pip escribe los más bellos libros para niños.
Esta noble acción maravilla y nos hacen sentir esperanzados e inmensamente agradecidos por todos los animales que son amados. Compártelo.