Los animales son seres majestuosos con los que tenemos la dicha de compartir el mismo planeta, para admirar su belleza y esplendor. Desafortunadamente, pocas veces pueden elegir con quién pasarán su vida y terminan bajo el cuidado de las peores personas que puedan existir.
Esto fue lo que sucedió con Saturno, un increíble cocodrilo de casi 4 metros cuyo recuerdo quedará registrado para siempre en la historia por ser el sobreviviente de la última gran guerra que vivió la humanidad.
Saturno nació en el año 1936 en los Estados Unidos, siendo trasladado a muy corta edad hacia el emblemático zoo de Berlín, lugar en donde vivió pacíficamente y seguro hasta que la maldad humana afectó también a los animales en los bombardeos del 23 de noviembre del año 1943.
Pese a todo pronóstico, Saturno logró sobrevivir a la fatídica noche, siendo uno de los 96 animales que salvaron su vida de los más de 16 mil que habitaban el zoo. Tuvieron que pasar más de 3 años para que Saturno fuera encontrado de forma misteriosa por saldados británicos, quienes desconocen por completo qué sucedió con el reptil en todo ese tiempo.
Saturno no tardó en ser relacionado con Adolf Hitler, siendo llamado incluso por algunos con el mismo nombre. No obstante, no existe ninguna prueba de que efectivamente este magnifico animal haya formado parte de la gran colección personal de animales del denominado “Führer”.
Saturno fue visitado en repetidas ocasiones por Hitler, dado que él gustaba caminar y adentrarse en el gran zoo de Berlín.
La información que se tiene de Saturno es escasa, ya que gran parte de los documentos del lugar desaparecieron en un intenso incendio que tuvo lugar en la administración del recinto, durante la década de los cincuenta.
Fue el pasado 23 de mayo que Saturno perdió la vida a causa de su avanzada edad en el zoo de Moscú, al que fue trasladado desde 1946. Tenía 84 años de edad, algo extremadamente raro considerando que la edad promedio de su especie en libertad es de 30 a 50 años. Sin duda, tuvo una vida larga y fuera de lo común.
“Saturno’ tuvo una larga y cambiante vida”, señaló el zoo.
Independientemente de si Saturno estuvo relacionado o no con una de las peores personas, fue un imponente cocodrilo que vivió momentos cruciales de la historia en carne propia. Él no es responsable de ninguna injusticia.
¡Vuela alto bello Saturno!
“Aunque de manera puramente teórica hubiera pertenecido a alguien, los animales no están involucrados en la guerra ni en la política. Fue un honor haber albergado a Saturno durante 74 años”, emitió el zoo de Moscú.
Recordemos a Saturno como el gran cocodrilo que fue y honremos su memoria luchando por la paz mundial, así como por los derechos de todos los animales.
Recuerda que es tu responsabilidad ser el mejor ejemplo para tus animales. No te vayas sin compartir.