Muchas familias se ven tentadas a adoptar cerditos como mascotas con la falsa idea de la existencia de razas de cerditos que no crecen. Sin embargo, dichas razas de cerdos no son reales y por desgracia muchas personas se aprovechan de la ignorancia que existe sobre el tema para vender cerditos a familias que no están capacitadas para criarlos.
Como muchos otros cerditos, Beacon, nació en un criadero de cerditos y fue vendido a una familia, a quienes convencieron de que el era un mini cerdito.
Esta pequeña pecera era todo el espacio que el cerdito tenía para vivir
El criador que se los vendió le dijo a la familia que para mantener al cerdito de ese tamaño, debían alimentar al animalito con muy poca comida y criarlo en un espacio pequeño para impedir su crecimiento. Por desgracia, para el pobre cerdito, la familia siguió los consejos y lo pusieron a vivir en una pecera.
Como de costumbre en estos casos, la familia llegó a la conclusión de que Beacon requería muchas atenciones, así que pusieron una oferta en Craiglist para alguien que estuviera interesado en él. Por suerte, alguien vio el anuncio y lo publicó en un grupo de Facebook sobre cerditos.
El pobre cerdito estaba severamente desnutrido y deshidratado
Gracias a esto la futura familia de Beacon lo consiguió y se propusieron a salvar al pobre animalito. Anna Hoffman fue la primera en ver la foto de él e inmediatamente supo que debía actuar con rapidez.
Ella ya era la feliz dueña de un cerdito, y, aunque no planeaba adoptar a otro, la situación no le permitía hacer otra cosa que tomar acciones ante la injusta vida que llevaba el cerdito; al siguiente día ella y su esposo fueron al rescate del pequeñín.
A pesar de que ya había llegado la ayuda, el camino a su recuperación sería largo y arduo
Hoffman cuenta que al alzar al cerdito ella entró en shock, pues, aunque las fotos que había visto eran desgarradoras, observarlo era incluso más devastador. Sus pesuñas medían al menos 7cm, el pobrecito no podía caminar de manera natural. Él estaba tan delgado, se le marcaban los huesitos en la piel.
Lo peor de todo era que estaba tan asustado, que ella le ofreció una galletita para demostrarle que podía confiar en acercarse, pero el pequeñín dejó que el miedo le ganara a su hambre y no se movió ni un poco.
Hoffman pasaba horas y horas sentada al lado de su jaula abierta, hablándole e intentando acariciarlo, esperando que él se atreviera a aventurarse afuera de ésta
Este estado de pánico en el que se encontraba Beacon hizo que el proceso de meterlo en una caja para llevarlo a casa de Hoffman fuera toda una odisea, pero finalmente lograron llevárselo y al siguiente día un veterinario lo atendió para comenzar con su recuperación.
Al llegar a la oficina del veterinario todos se impactaron por lo pequeño y frágil que era el cerdito. El veterinario le hizo rayos-x, análisis de sangre y un examen completo; para su alivio, el cerdito no presentó más problemas además de su evidente desnutrición.
Después de mucho trabajo, quedaron atrás aquellos días tan tristes
Beacon apenas pesaba 5Kg y debido a que le habían privado de una alimentación en cantidades adecuadas, pasaría un largo tiempo hasta que lo pudieran acostumbrar a su sistema digestivo a una dieta en cantidades regulares para un cerdito común.
Pero el pequeñín no sólo sufría de problemas de peso, también tenía una terrible ansiedad y problemas de confianza. Una vez en casa, él seguía igual de asustado y le tomó un largo tiempo a su nueva mamá hacerle entender que estaba en un lugar seguro y que su nueva familia sólo quería darle cariño y protección.
Ahora Beacon es un cerdito feliz y juguetón
En la actualidad, Beacon no se parece en nada a aquel cerdito delgado y asustadizo que ella rescató. Aunque de vez en cuando pega algunos brincos y no se deja que lo acaricie todo el mundo, él ama a toda su familia y disfruta mucho de pasar sus días corriendo afuera, rodando en la grama y jugando con su hermana cerdita Charlotte.
El arduo trabajo de su dueña dio frutos después de mucho tiempo y dedicación, hoy en día Beacon es un cerdito nuevo
Beacon ha recobrado mucho peso desde que se unió a la familia y finalmente es un cerdito saludable y feliz. Su familia se ha encargado de hacer todo lo posible por darle una mejor vida, educando a otras personas sobre los “mini cerditos” y cómo estos no son reales.
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para que más personas conozcan el terrible destino que muchos mini cerditos sufren por el desconocimiento de su verdadera naturaleza!