Los animales, como nosotros los humanos, adoptamos características y cualidades para vivir en nuestro entorno y las respuestas que requiera para que todo funcione. Las emociones que los animales adquieren con mayor facilidad son la compasión, el amor y la generosidad. Esto lo demuestra esta perrita, proveniente de la pequeña ciudad de Jordan, en el estado de Minnesota.
La historia de Mittens, el nombre de la pekinés de cuatro años, empezó cuando su dueña humana llamada Patricia Weber, una jubilada ama de casa, escucha un maullido proveniente del granero de su casa.
Ambas, Patricia y Mittens, fueron a ver qué estaba generando ese maullido ensordecedor y encontraron a un pequeño gatito abandonado. Fue una sorpresa agradable para Patricia, pero apenas pudieron tomar al diminuto felino, notaron que estaba helado por el frío y sus movimientos eran limitados.
A Mittens se le encendió su instinto maternal, pues no hay nada en el mundo que sea más poderoso que el amor de una madre. Y los vínculos madre-hijo no necesitan ser biológicos. Mittens inmediatamente comenzó a lamer al gatito para ayudar a calentarlo, lo llevó a casa para refugiarse del inclemente frío que hacía en el granero.
Apenas tres días más tarde sucedió un milagro, Mittens empezó a producir leche, ¡es increíble!, el pequeño gatito podía amamantarse de su perra rescatadora. Mittens solo siguió su instinto materno.
Gracias a la leche que Mittens produjo, el pequeño gatito, que ahora lleva por nombre Bootsie, sobrevivió; la perrita y el gato tienen una relación de madre e hijo. «Mittens ha sido la madre de este bebé; en lo que concierne a ella, siente que es suyo. Y en cuanto a lo que Bootsie, siente que Mittens es su madre», dijo Weber.
La explicación del veterinario de Mittens fue que “las hormonas son raras, hacen cosas divertidas”.
En el video a continuación puedes escuchar todas las explicaciones (en inglés) que da Patricia a lo ocurrido:
¡Es un verdadero milagro! Es hermoso encontrar esta noticia donde la naturaleza hace de las suyas y nos brindan finales felices.
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