Para nadie es un secreto que cuando tenemos una mascota terminamos dándole todo nuestro amor y atención como si fuera un miembro más de la familia, para muchos amantes de los peluditos sus mascotas son como un hijo más.
Así que cuando Hira Khalid adoptó a su pequeño gatito llamado Bilu en el Centro de Adopción de Mascotas NKLA, Los Ángeles, rápidamente se convirtió en su pequeño bebé.
Hay más de 500 millones de gatos domésticos en el mundo.
Hira se siente afortunada de haber encontrado un gatito tan cariñoso y amable, disfruta acostarse en el regazo de las personas, incluso si nunca antes la ha visto, ama acurrucarse y ronronear el pecho de todo aquel que es receptivo antes sus tiernas caricias.
A pesar de que ama de manera incondicional a los gatitos, sus padres no tienen un buen concepto de estos peluditos.
Los gatos son las mascotas más populares en América del Norte.
Hace tiempo tuvieron un gato que se llamaba Bubba, era un gato que disfrutaba el aire libre, salir a la calle y regresar enlodado ensuciando toda la casa, por lo que sus padres se mostraron muy descontentos con la conducta del aventurero gato.
Aunque Bilu es muy diferente prefieren mantener distancia y no involucrarse mucho con el gato de su hija.
Los gatos pueden saltar hasta cinco veces su propia altura.
Sin embargo, un día todo cambió, Hira tuvo que pedirle a su padre que si podía cuidar a su mascota, sus amigos la habían invitado de viaje a México y necesitaba alguien de confianza que velara por su amada bola de pelos.
Al principio sus padres se negaron temerosos de que actuara como su antiguo gato, pero al no encontrar a nadie tuvo que recurrir de nuevo a sus padres aumentando las suplicas.
Les encanta frotarse no solo porque son cariñosos sino para marcar territorio con sus glándulas odoríferas.
Hira le insistía a su padre que solo sería por una semana y que el gatito estaba entrenado para ir al baño, su padre al ver que no tenía más opción aceptó cuidarlo.
Durante el viaje la joven se preguntaba cómo estarían las cosas en su casa, se sentía aliviada al no recibir ninguna queja de su padre. Solo pasaron un par de días para que Hira se sorprendiera con las maravillosas fotos que su padre le había enviado.
Bilu estaba acurrucado en el cuello de padre posando felizmente frente a la cámara.
La joven sabe que tiene la mascota más cariñosa del mundo, pero nunca esperó que su padre se acercara y encariñara tanto con Bilu, estaba realmente emocionada al ver las fotos, aún más sabiendo que su padre no suele tomarse selfies.
Cuando regresó de viaje su padre no ofreció cuidarlo de nuevo pero tiene la certeza de que lo extrañara. Y quién no, si es una hermosa manifestación de amor en el cuerpo de un gatito.
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