Mary Heffelfinger sabe muy bien los cuidados que requiere la maternidad. Se trata de una enfermera especializada en esta área, que vive en Pennsylvania junto a sus mascotas. Mary tenía en casa a una husky llamada Nela y a un Pastor Alemán llamado Rebelde.
Cuando Nela murió a los 13 años de edad, Mary pensó que era conveniente buscar a una nueva compañera para que Rebelde, de 8 años de edad, no se deprimiera, así que se decidió por una pastor alemán a la que puso el nombre de Roxy.
Mary no imaginó que Roxy y Rebelde se la llevarían tan bien. De hecho, los perros no sólo se hicieron grandes amigos, también desarrollaron una especial afinidad el uno por el otro, al punto de quedar embarazados.
Fue entonces cuando Mary entró en crisis. Ella nunca había tenido a una perrita embarazada en casa, pues todo ocurrió tan pronto, que no tuvo tiempo de esterilizar a Roxy a su debido momento, así que sabía que en el transcurso de un tiempo, se convertiría en abuela.
Publiée par Mary C. Heffelfinger sur Lundi 18 mars 2019
Su experiencia como abuela primeriza, estuvo acompañada de la asesoría de un especialista, quien le indicó cómo cuidar de Roxy y qué alimentación proporcionarle durante la gestación. El día tan esperado llegó y Mary trasladó a su perrita a un centro veterinario cuando inició las labores de parto en casa.
Ya había investigado sobre las camadas de pastores alemanes, así que sabía que le esperaban unos ocho cachorritos a quien cuidar y amar por los próximos meses. A Mary le preocupada un poco la condición de Rebelde, que ya era un perro maduro y nunca había sido padre.
Cuando Mary fue al día siguiente a buscar a Roxy y a sus pequeños cachorritos, en el centro veterinario la recibieron con una inesperada noticia: se había convertido en la abuela de nada más y nada menos que 12 cachorritos.
Mary no lo podía creer. Todos sus años de experiencia como enfermera en el área de maternidad no serían suficientes para afrontar una responsabilidad semejante. Sin embargo, tuvo que reconocer que los perritos de Roxy y Rebelde eran una verdadera belleza, además, todos gozaban de muy buena salud.
Le quedaba por vivir la feliz etapa en la que su perro, de 8 años de edad, se convierte en un orgulloso padre de una docena de cachorros.
Ahora Mary tiene en casa a doce pequeñines que atender y una bella historia para contar. Si a ti también te ha gustado esta singular sorpresa, no te vayas sin antes compartirla en tus redes sociales.