Hay personas que aman tanto a sus mascotas que deciden llevarlos con ellos a todas partes, algo que no siempre es tan bueno pues pueden poner sus vidas en peligro, sin ni siquiera notarlo. Tal es el caso de aquellos dueños que deciden viajar con sus perros en las tolvas de sus camionetas.
Esta práctica es bastante común y aparentemente inofensiva, pero después de ver las siguientes estadísticas seguro tu percepción cambiará para siempre.
Según American Humane, “más de 100.000 perros mueren anualmente por haber viajado en la parte trasera de los vehículos”. Ese número es un golpe en el corazón para los amantes de los perros y, ¿quién no ha visto a algún can ser transportado de este modo?
Esto puede ser más común en los pueblos o pequeños condados y no tanto en las ciudades pero de igual forma la cantidad de vidas perdidas es sorprendente.
Los perros transportados sin ningún tipo de seguridad en las plataformas o áreas de carga de las camionetas corren el peligro de lastimarse o ser arrojados en la carretera durante algún giro inesperado o pirueta vertiginosa.
Pero no sólo eso, pues puede que el dueño conduzca con mucho cuidado y aún así el can decida saltar de la plataforma para perseguir algo que llame su atención.
Quizás pienses que esto no le sucedería a tu mascota porque ella es bastante inteligente y tranquila, pero recuerda que ellos actúan también por sus instintos.
Los veterinarios aseguran que los accidentes de este tipo han ido en aumento y las lesiones más comunes son los raspones o alguna pata rota. Lo mejor de cualquier modo es no exponerlos.
«El perro podía ver algo y saltar. Sin embargo, la mayoría de los perros son lo suficientemente inteligentes como para no hacerlo, pero me preocuparía tener un accidente, entonces el perro será un proyectil. También me preocuparía que un perro esté atado en la parte trasera de un camión porque podría saltar por el costado y colgarse», explicó Scherer, de Quincy Animal Control.
Este es el peligro más evidente pero aún existen otros enemigos silenciosos que podrían atentar contra la seguridad y bienestar de tu mascota, los cuales vienen dados por las condiciones ambientales.
El viento
Cuando el perro viaja en la parte trasera no tiene ningún tipo de protección y, aunque tomar un poco de aire podría parecer muy divertido, la verdad es que la presión del viento podría oprimir demasiado sus pulmones.
Por otra parte, a medida que aumente la velocidad, la fuerza del viento puede traer ciertos desechos así como insectos, guijarros y grava, que pueden chocar contra el animal o introducirse en su nariz, ojos u oídos y causar daños.
El sol
La alta temperatura es otro agravante. Mientras el animal viaja expuesto en la parte trasera, el piso de metal suele calentarse demasiado y esto causa lesiones en sus almohadillas.
Además, de acuerdo al tiempo que dure expuesto sin recibir hidratación puede sufrir un golpe de calor.
Quizás nunca habías meditado todos estos peligros antes pero la cifra de 100.000 peros fallecidos anualmente por esta práctica debería hacernos recapacitar a todos. De hecho, desde el 2019 en California, Connecticut, Massachusetts, Maine, New Hampshire y Rhode Island existen leyes que penalizan este tipo de traslado.
Por favor, comparte esta nota y ayúdanos a hacer consciencia. Entre todos podemos reducir el alarmante número de víctimas innecesarias.