Además de los humanos, la orientación homosexual puede observarse frecuentemente en otras especies animales: delfines, hienas, osos, perros, albatros y hasta los macacos japoneses no escapan de este comportamiento sexual.
Aunque, teóricamente este hecho haría retorcer en su tumba al propio Darwin y vaya en contra de la selección natural, lo cierto es que, al igual que ocurre en el caso de la especie humana, el sexo en el reino animal cumple funciones más allá del simple apareamiento, esto es, proporcionar placer o fortalecer los vínculos sociales.
Un estudio de la Escuela de Ciencias Forestales y Estudios Ambientales de la Universidad de Yale, lo confirma y, no en balde, una de las especies más propensas a dicho comportamiento son los chimpancés, tan cercanos genéticamente a nosotros.
“No hay dudas, la homosexualidad y la bisexualidad tienen el mismo valor y la misma trascendencia que la heterosexualidad”, aseguró un ambientalista e investigador.
Una de las primeras veces en las que se observaron comportamientos homosexuales entre animales fue en el año 1910, cuando un grupo de investigadores fue testigo de cómo una pareja de machos cuidaba de un huevo que había sido abandonado.
Pero, el chimpancé comparte el 98 por ciento del ADN humano, de hecho, la especie ha sido reconocida por los zoólogos como una especie bisexual, ya que además de tener relaciones heterosexuales, existen parejas del mismo sexo. Es más, el lesbianismo es tan fuerte en esta especie, que el 60 por ciento de su actividad sexual es entre dos o más hembras.
También hay otros mamíferos que presentan relaciones homosexuales, como es el caso del bisonte americano, llegando incluso a presentarse casos de cortejo, monta y copulación anal completa entre machos. En el caso de las hembras, los casos de relaciones entre ejemplares del mismo sexo, son mucho menos comunes de ver.
“Y a estos mamíferos, también se le suman otros como el turón, el delfín, la hiena manchada, la oveja, el perro, el león y el elefante, para dar solo unos ejemplos”, añadió el especialista.
De hecho, curiosamente los paquidermos tienen la estadística de que sus ejemplares asiáticos, realizan un 45 por ciento de sus relaciones sexuales con individuos de su mismo sexo.
A ellos se les suman aves como los patos, cisnes negros, pingüinos, junto con también reptiles como las lagartijas, además de varios insectos y arácnidos como las moscas y las libélulas. Sin duda, la orientación sexual de uno no debe significar una disminución en los derechos o en la dignidad.
Esto último, por cierto, lo han tenido muy claro los animales, demostrando que este es un comportamiento totalmente natural que está presente en la Creación, desde que el mundo es mundo.
Comparte este novedoso descubrimiento en el reino animal que pone de manifiesto que la atracción por seres del mismo género no tiene por qué generar controversia ni dificultades en la convivencia.