Los felinos sin hogar son el pan diario de cualquier rescatista de animales, pero en esta ocasión la historia de una gata esfinge enterneció por completo a los voluntarios de Centro de Animales Helen Woodward en san Diego, Estados Unidos. La pequeña tenía solo 4 días cuando llegó al lugar y su estado era verdaderamente crítico.
Los rescatistas sabían que debían hacer algo urgente para salvar a la gata.
La felina había estado expuesta a bajas temperaturas, no se sabe cómo llegó a las calles ya que los gatos esfinges no son comúnmente gatos callejeros.
Esta especie es muy bien cotizada en el mercado dada su excentricidad y por eso, entre su banalidad, el hombre se ha encargado de lucrar muy bien con ellos.
Pero Cleo, como decidieron llamarla, había ido a parar en la calle y necesitaba ayuda.
La pobre temblaba de frío y dado que tenía tan poco tiempo de vida y sin ser alimentada correctamente, la gata se encontraba delicada.
Pero desde el primer momento el centro decidió conseguirle una especie dado que la pequeña no se adaptaba muy bien a la alimentación con biberón.
No había tiempo que perder y todos actuaron rápidamente.
“Cleo era muy pequeña cuando llegó. Nuestro veterinario inmediatamente comenzó a alimentarla con biberón, pero lograr que Cleo bebiera fue un proceso muy lento. En última instancia, sabíamos que ella realmente necesitaba alimentarse de una madre para tener la mejor oportunidad de sobrevivir”, dijo Jessica Gercke, directora de comunicaciones del refugio.
El asunto es que en el refugio no había ninguna felina amamantando que pudiera ayudar a Cleo.
Fue una semana después que las suplicas de los cuidadores fueron escuchadas y, por cuestiones del destino, una gata llamada Bellarina fue rescatada a punto de dar a luz.
Próxima a convertirse en mamá, los cuidadores acercaron a Cleo a la gata para que se fueran familiarizando, pero el asunto no fluía.
Tan solo tres días de haber llegado al refugio, Bellarina entró en trabajo de parto.
“Dio a luz tres días después de su llegada, y al ver lo bien que estaba con sus propios gatitos, le presentamos a Cleo”, dijo Gercke.
Aunque algunos no lo crean, la gata no se adaptaba muy bien a la pobre Cleo pues a falta de pelaje su olor era diferente. Sin embargo, parece que se conmovió del futuro de la huérfana
“Sabíamos que Cleo, al no tener pelo, se sentiría y olería diferente a sus propios gatitos, así que todos cruzamos los dedos. Simplemente se suavizó de inmediato con la gatita y la favoreció durante la alimentación, rodando hacia Cleo primero y levantándola con la boca para asegurarse de que tenía un buen lugar”, explicó.
Sí, Bellarina no solo tomó a Cleo como suya sino que la privilegió entre sus propios pequeños. La gata estaba verdaderamente necesitada de esa protección y sobre todo ser bien alimentada, así que el asunto fue una fortuna para todos.
Incluso semanas después cuando la familia había abandonado el refugio para ir a una casa temporal, Bellarina continuó favoreciendo a la gata esfinge.
“La trató igual que a sus otros bebés. Incluso la vigilaba más de cerca porque se ve diferente y necesita un poco de cuidado adicional. Ella fue la mejor mamá”, dijo Traci Parker, la madre adoptiva de Bellarina.
Debido a su tipo de piel, esta gatita necesita mayores cuidados como baños especiales y cremas para mantenerla sanita. Lo bueno es que Bellanira y Traci han estado a su lado para que siga prosperando.
Por su lado, la camada de la gata ya está lista para encontrar nuevos hogares pues han crecido sanos y fuertes. En el caso de Cleo si habrá que esperar un tiempo prudente para saber que es capaz de salir adelante sola.
Los cuidadores necesitan tiempo para compensar ese mal comienzo que tuvo la felina, pero confiamos en que le espera un futuro maravilloso y una larga vida.