Para una madre no hay nada más importante que velar por el bienestar de sus hijos, no importa si su propia vida está en riesgo, ella hará todo lo posible por salvar a quienes tanto ama.
Esto fue lo que hizo Marina Dilly, de Shelter Friend Ucrania. Ella, al igual que miles de madres, dejó atrás su hogar y cruzó la frontera para resguardar su vida.
Madre cruza la frontera con sus hijos y regresa a Ucrania para proteger a los perritos vulnerables.
Sin embargo, para esta madre no fue suficiente poner a salvo a sus hijos, no podía dejar de pensar el infortunio que padecían aquellos que no tienen voz.
Así que regresó a su país natal para rescatar a los perritos que deambulan por las calles en busca de comida y refugio, mientras las tropas rusas destruyen todo a su alrededor.
Afortunadamente, sus hijos están en Polonia, mientras ella trabaja junto a un equipo salvando a los peluditos más vulnerables en su refugio en Dnipro, situado en medio de todas las ciudades invadidas.
Durante los últimos 13 años, esta valiente madre ha rescatado a cientos de perritos, pero debido a la guerra le preocupa que se le acaben los suministros y ya no pueda seguir manteniéndolos.
Ante el latente caos, es muy difícil que pueda recolectar todos los insumos que necesita, aún más que reciba ayuda internacional. Al respecto, Marina comentó:
“No estamos acostumbrados a nuevas realidades y ahora me siento realmente enferma por todo el estrés terrible y la falta de sueño. Desde Dnipro, solo hay una carretera disponible ahora hacia las fronteras de la UE y esta carretera está repleta de miles de automóviles. Los demás están bajo combates militares. La frontera con Polonia, Eslovaquia o Hungría está a una distancia de 1200 a 1350 km. No me importa conducir de noche; la espera en las fronteras ahora supera las 48 horas”.
En medio de un panorama desalentador, esta madre se niega a abandonar a los perritos. Actualmente tiene siete guarderías caninas repletas de peluditos con diferentes historias, pero todos víctimas de una guerra que se pudo evitar.
“Shelter Friend se mantiene con vida. Ahora me llevo a todos los animales que la gente deja y veo en las calles. Estamos repletos pero seguimos ayudando. La gente sigue abandonando animales. Mi teléfono se ha convertido en una línea directa: he recibido muchas llamadas de personas que dejaron perros encadenados o encerrados en pueblos o casas de verano”.
Lamentablemente, esta es una fuerte realidad que ha acabado no solo con vidas humanas, muchos animalitos han fallecido en las peores circunstancias. Marina no cuenta con atención veterinaria, así que muchos perritos rescatados han muerto a causa de las heridas que sufrieron en las calles.
“Ahora el dolor principal es el hambre de los animales callejeros, y los animales abandonados desorientados, ya que las sirenas les genera estrés y miedo por quedarse solos”, dijo Marina.
Por ahora, Marina sigue trabajando con los pocos recursos que puede conseguir, al lado de personas maravillosas que no se rinden y son luz y esperanza para los peludos más vulnerables.
Si bien la incertidumbre es latente y muchas veces el miedo se apodera de ella, sigue luchando por salvar a perritos en medio de un país en ruinas.
Para ella, al igual que todos los ucranianos, su mayor deseo es que esta guerra termine y puedan regresar a casa. Al respecto, Marina comentó:
“Cuando ganemos y termine la guerra, primero iré a Polonia para agradecerles a los polacos que están cuidando a mis hijas. Llevaré a mis hijos a casa y encontraré hogares para los cientos de animales necesitados en mi refugio. Entonces cumpliré mi sueño de construir perreras con calefacción en mi refugio para que vengan muchos animales como planeé el año pasado. Me iré de vacaciones al mar y respiraré sin esta terrible sensación en mi pecho”.
La labor de Marina y todo su equipo es titánica y admirable. Solo nos queda orar por ella y todos los rescatistas, que Dios los proteja para que sigan ayudando a tantos animalitos vulnerables.