Una noble gansa fue vista junto a decenas de bebés gansos protegiéndolos en su regazo y dándoles todo su cariño. Las imágenes tocan el corazón de todos los amantes de los animales.
¿Te imaginas atender a 47 bebés al mismo tiempo? Mike Digout reconoce que nunca ha sido un gran admirador de los gansos canadienses. Una gansa se enfrentó a ese desafío saliendo airosa y demostrando cuánto amor tiene para dar.
Pero esta primavera su percepción sobre estos animales cambió tras conocer a una madre ganso que cuida a una familia numerosa con la mayor dedicación y amor.
Desde que comenzó a teletrabajar, Mike se ha tomado un tiempo para caminar por la orilla del río Saskatchewan cerca de su casa en Saskatoon con su cámara para capturar la vida silvestre que habita ahí.
«Salía todas las noches caminando por la orilla del río en busca de castores y, por supuesto, había mucha actividad de gansos porque vienen del sur buscando un lugar para anidar», dijo Mike.
Y fue allí donde conoció a esta abnegada mamá ganso con una camada de 47 pichones.
«Ver a los gansos es muy entretenido porque ellos se disputan entre ellos el espacio para anidar y proteger sus nidos», agregó Mike.
En mayo Mike notó que el primer lote de pichones había salido del cascarón.
«Son tan lindos cuando son bebés, parecen pequeñas pelotas de tenis con patas. Así que comencé a tomar fotos de los pichones mientras esperaba que los castores vinieran», dijo Mike.
Una noche, Mike estaba sentado cerca de unos juncos a lo largo de la orilla del río cuando fue sorprendido por una madre ganso con una cantidad impresionantemente grande de pichones.
Captó imágenes grandiosas de la numerosa familia que estaba ante sus ojos
Uno por uno comenzó a pasar debajo de las plumas de su madre para irse a dormir por la noche. Mike contó hasta 16 pequeños cuerpos esponjosos amontonados bajo las alas protectoras de su progenitora.
«Me sorprendió que esta madre tuviera 16 crías, así que comencé a ir todas las noches en busca de esta madre y sus bebés.
Pero cada día parecía que ella tenía más y más pichones”, dijo Mike.
Otro día Mike contó 25 pichones, al día siguiente eran 30, hasta que finalmente vio a la mamá ganso y a su pareja con 47 bebés.
¡Era una escena impresionante! Todos querían estar cerca de la mamá gansa
Mike se dio cuenta de que esta increíble madre estaba cuidando a las crías de otras familias, lo que se conoce como una cría de pandillas y es muy común en zonas urbanas y suburbanas con muchos nidos.
Contemplar las adorables escenas es un espectáculo que nos motiva a agradecerle a la madre naturaleza por sus extraordinarios regalos. Es un privilegio poder contemplar imágenes como estas.
La amorosa madre les ofrecía su protección y cuidados a todos por igual
Las crías de pandillas se forman cuando padres muy pacientes cuidan a los hijos de otros gansos y sus amigos pueden tener algunas noches libres. Es un trabajo en equipo que confirma que los animales son capaces de sensibilizarse por las necesidades de los demás.
«Fue increíble ver lo tranquila que ella estaba con tantos pichones, realmente parece una madre muy tolerante», agregó Mike.
Los pichones crecen rápidamente y en poco tiempo no caben debajo de su madre, y entonces duermen en una gran pila mientras ella vigila.
Hay espacio suficiente para que todos se acurruquen en su regazo sintiéndose queridos y protegidos. El amor de una madre se hace notar en cualquier especie y esta es una demostración de ese instinto protector que no tiene límites.
Estos gansos continuarán protegidos bajo las alas de esta madre con una vocación sin igual hasta que les toque volar hacia el sur. Pero aunque vayan por caminos distintos, ese amor siempre estará en su corazón y los acompañará hasta su último aliento.