Cuando una madre pierde a sus hijos queda devastada, sin fuerzas, sin ganas de vivir, esto no solamente le sucede a los seres humanos, también a los animales. Esta perrita quedó sumergida en la depresión tras perder a sus siete cachorros en un incendio. ¡Qué lamentable!
Daisy es la madre que sintió dolor en lo más profundo de su corazón por la pérdida de su camada, cuando el 20 de febrero el fuego arrasó con el granero que los albergaba, en Rosenberg, Oregon.
Su dueña, Jessica Woodruff, cree que el incendio fue provocado por una lámpara de calor que mantenía a los cachorritos calientes. En esta tragedia también fallecieron cuatro cabras y un cerdo.
Jessica comenta que todo pasó en cuestión de minutos… ¡Fue horrible!
Daisy, al ver que las llamas estaban fuera de control, se inquietó mucho, se puso muy nerviosa. Corrió del otro granero para ir a donde estaban sus hijos, de tal manera que el marido de Jessica y dos amigos tuvieron que retenerla.
Después que todo pasó ella volvía frecuentemente al granero quemado para sentarse en medio de su tristeza, solo se quejaba y gemía.
En vista de que esta perrita cada día estaba más deprimida, Jessica y su hermana Jacquec pensaron en conseguir una compañía para ella, sin embargo era mejor conseguir perritos que necesitaran una madre.
Jacquec comenzó la búsqueda de cachorros de crianza a través de su cuenta de Facebook y fue así como Lorna Murphy la contactó y le dijo que tenía ocho cachorros que necesitaban una madre, ellos necesitaban comer cada dos horas.
Chloe, la perrita de Lorna, había fallecido unos días después de dar a luz y dejó a sus crías huérfanas. Lorna debía alimentarlos con jeringa y realmente no tenía el tiempo.
Decidieron realizar el encuentro de Daisy con los cachorros huérfanos… ¡La reacción fue muy conmovedora!
Daisy se reanimó casi de manera inmediata, les da su amor, los amamanta y los cuida como si fuesen sus propios hijos. Los cachorros adoptivos de Daisy también son perros de granja y están muy felices de sentir el calor y los cuidados de quien los protege con tanto amor.
Lorna extraña mucho a los cachorros, estima que llegado el momento se quedará con uno de ellos y el resto les buscara un nuevo hogar.
Jessica y su hermana están muy alegres, ya Daisy no baja al granero y la sonrisa ha vuelto a su rostro. Estará cuidando a sus hijos adoptivos hasta marzo, mientras los disfruta a cada momento.
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