Una familia de Tailandia se dispuso a pasar un lindo día en un jardín botánico. El plan era poder disfrutar de hermosos paisajes y ver todo tipo de exóticas flores, pero encontraron algo verdaderamente inesperado. Había un pequeño mono macaco de cola larga que parecía completamente abandonado a su suerte.
“Es una suerte que alguien lo encontrara. Le salvaron la vida”.
Lo más extraño de todo, es que no hay población de este tipo de macacos en Tailandia. Lo que sí estaba claro era que el pequeño necesitaba ayuda. Tenía tan sólo un par de semanas de edad así que sin la protección de su madre su vida corría muchísimo riesgo.
«Asumimos que el mono se escapó de un refugio o es una mascota abandonada«.
La familia se conmovió con el macaco y decidieron llevarlo a la casa. Lo llamaron Jao Khun y se dispusieron a darle todos los cuidados posibles. Sin embargo, con el paso del tiempo se dieron cuenta de que no se trataba de cualquier mascota. El pequeño estaba en una edad delicada y requería de muchísima atención. Lo mejor sería llevarlo con personas especializadas en este tipo de animales.
Jao pasó tres semanas con la familia que lo rescató.
Se dirigieron a la Fundación Wildlife Friends de Tailandia. Esta organización se encarga de devolver animales como este hermoso macaco a su ambiente natural después de asegurarse de que todo esté en orden con su salud. Cuando recibieron a Jao Khun se encontraba con un serio problema de alimentación. La familia que lo había cuidado lo había alimentado únicamente con bananas.
“Se dieron cuenta de que no es una mascota y necesita muchos cuidados especiales”.
Lo normal para un pequeño de su edad es que sea amamantado por su madre hasta que lleguen los 6 meses. Jao se encontraba también muy nervioso y no podía parar de temblar. Para ayudarlo a sentirse mejor le dieron un pequeño peluche de jirafa y el resultado fue todo un éxito. El dulce macaco no paraba de chuparse el pulgar ni de aferrarse a la pequeña jirafa, la abrazaba en todo momento hasta quedarse dormido.
“A esta edad, lo normal sería que estuviese trepando sobre su madre a todas las horas del día”.
Ahora, el pequeño está siendo alimentado con biberones y la fórmula adecuada para que pueda volverse cada vez más fuerte y saludable. También está aprendiendo a explorar y confiar en sus instintos.
Una vez que Jao se recupere será trasladado a un lugar en donde podrá interactuar con otros macacos como él.
Celebramos este hermoso rescate que ha salvado la vida de un pequeño tan asustado y nervioso como Jao Khun. Con la ayuda de su peluche de jirafa y de sus rescatistas podrá comenzar una nueva vida.
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