La tragedia ocurrida en Chernóbil, Ucrania, en 1986, causó que muchas familias se vieran obligadas a abandonar sus hogares por los peligros que implicaba sufrir la exposición radiactiva de la planta nuclear. En medio de ese traslado tuvieron que dejar atrás, no sólo sus hogares, sino también a sus mascotas; y hoy en día los descendientes de esos perros habitan la ciudad fantasma en una tensa relación con otros animales como lobos, caballos y zorros.
Se estima que en Chernóbil y sus alrededores hay casi un millar de perros abandonados.
En 2016 se construyó en los alrededores de la planta un nuevo sarcófago que permitiera reforzar las medidas de seguridad. En torno a esta construcción han acudido buena parte de los cachorros que habitan Chernóbil, en busca de un lugar que les permita protegerse de las duras condiciones climáticas de la zona.
La mayoría de las mascotas fueron dejadas atrás en la evacuación de emergencia en 1986
Se calcula que en toda esta ciudad hay más de 900 perros abandonados, lo cual comenzó a causar alerta entre algunas fundaciones que velan por el cuidado de los animales como Four Paws y la ONG Clean Futures Fund, la cual propuso un plan de 5 años, que permite brindarles a los perritos la atención médica que necesitan.
Julie Sanders señaló el riesgo que implicaba que estos animales no estuvieran vacunados: “Al vacunar a los perros callejeros, también estamos protegiendo a los 3.500 trabajadores de la planta nuclear que entran en contacto con los perros y cuidan de ellos”.
Un grave riesgo para los perros es el contacto con el material radioactivo que quedó después del desastre.
Las autoridades de la zona advierten a las personas que tienen acceso a Chernóbil sobre los peligros de hacer contacto con estos cachorros, ya que puede que en su pelaje se encuentren partículas radioactivas. Pero después de 31 años en deplorables condiciones, estos simpáticos perros no sólo están siendo vacunados y esterilizados, sino que también se les hace un apropiado rastreo que permita cuidarlos lo mejor posible.
La iniciativa llamada Dogs of Chernobyl se encarga de localizar a los perritos, vacunarlos, esterilizarlos y además les colocan un collar diseñado para poder rastrear los niveles de radiación que está emitiendo a través de un sensor. Dicho collar también cuenta con un GPS que permite mantener contacto con el perro, y a la vez, obtener datos sobre los niveles de radiación en aquellas zonas en las que sólo los perros pueden adentrarse.
Desde antes de que empezara esta iniciativa, los obreros de Chernóbil ya cuidaban de los perros abandonados…
Este es el momento adorable en el que un grupo de perros callejeros abandonados en Chernóbil son alimentados por primera vez por un grupo de personas que cuidan y visitan el sitio en Ucrania
Esta importante iniciativa no sólo aporta información para los estudios de la zona, sino que también les brinda una oportunidad a los cachorros de recibir el contacto y cariño humano que tanto buscan. Lo mejor de todo es que les brindan mejores oportunidades de vida al reducir el número de perros que competirán por sobrevivir en un ambiente tan hostil.
Te invitamos a compartir los sorprendentes avances de Dogs of Chernobyl y la labor tan amorosa que realizan por estos tiernos animales.