Los cachorros siempre son la primera opción para las personas que deciden acercarse a un refugio y adoptar una mascota. Mientras esto sucede, otros perritos van creciendo y perdiendo las probabilidades de encontrar un hogar.
Peor aún es el panorama para los perros ancianos o con enfermedades, esos son los últimos en ser notados por las familias que deciden adoptar; una triste y cruel realidad. Por ese motivo, el grupo Foster Dogs, Inc. está trabajando para lograr un cambio.
Esta Fundación sin fines de lucro ha operado desde el 2009, gracias a Sarah Brasky, Directora Ejecutiva y fundadora. Según ella misma relató, todo inició cuando notó que existía una necesidad real de un programa especializado de cuidado de crianza temporal para perros que «de otra manera» podría tener problemas para encontrar hogares permanentes.
La misión de esta fundación con sede en la ciudad de Nueva York es garantizar que estos perros excepcionalmente vulnerables también vayan a un hogar.
Aún cuando les quede poco tiempo de vida, todos tienen derecho a ser protegidos y amados.
En busca de alcanzar esta misión, crearon el programa «fospice” que se encarga de conectar a los adoptantes con los perros más necesitados de los criaderos y las organizaciones de rescate. Además de esto, también buscan educar sobre la práctica del acogimiento y rescate, en busca de crear una comunidad de acogida inclusiva.
«Los perros ancianos o con enfermedades terminales, no merecen morir en un refugio. Necesitan tan poco y dan tanto amor a cambio. Se trata solamente de proporcionarles comodidades y un hogar amoroso», dijo Brasky.
El grupo cuenta con un registro con más de 3.000 interesados en criar a un perrito necesitado. De este modo, cuando aparece un nuevo perrito los voluntarios hacen un seguimiento para localizar al dueño ideal.
La fundación también presta apoyo continuo a quienes deciden adoptar, especialmente en los caso de animales con tratamiento continuo.
Mensualmente, los perritos del programa reciben cajas de regalos con productos especiales. Estas personas buscan que la criaturita se sienta amada y esté protegida en todo momento. La idea es eliminar el fallecimiento de perritos solos y viejos en las perreras.
«Sabiendo que tiene menos tiempo con un Fospice, es muy importante hacer que cada día cuente», dijo Tracy Slagle.
Cada voluntario que recibe a estos animales es consciente de que su amiguito puede estar con ellos por poco tiempo. En esos casos la fundación también se encarga de los gastos funerarios, pero sin duda el peor de los pesos será el ámbito emocional.
En 2018, el programa fue nombrado «Chloe’s Fospice Friends» en memoria de uno de su mayor partidaria y defensora: la fallecida Chloe Kardoggian y su dueña.
Esta es una iniciativa realmente hermosa, considerando que la mayoría de los perros mayores terminar siendo sacrificados en los refugios o fallecen solos.
Fospice se mantiene gracias a las donaciones de cientos de corazones generosos que han decidido apostar por la noble causa.
Nos alegra saber que muchas personas se interesan por cambiar la realidad de los perros ancianos. Así como ha ocurrido con Leslie, una mujer que visitó un refugio para adoptar a los dos perritos más enfermos. Fospice es una forma funcional y práctica para lograr cambiar los últimos días de las criaturas más desprotegidas, sólo con un poco de cuidado y amor.
Si está entre tus posibilidades aporta un granito para esta iniciativa y comparte esta noticia para que otras personas conozcan sobre esta Fundación ¡Ayúdanos a cambiar la vida de los más vulnerables!