El mundo ha seguido de cerca la tragedia que ha atravesado Australia en los últimos meses y más de un corazón noble se solidarizó con el país, enviando pequeñas donaciones de dinero que terminaron por traducirse en una cuantiosa cantidad.
El fin: ayudar a mejorar la vida no sólo de las personas desplazadas, sino de los miles de animales lesionados y que han perdido sus habitas a causa de los incendios y ahora inundaciones que azotan el país.
No obstante, algo muy distinto ha sucedido con los 60 millones de dólares que se supone irían destinados a las organizaciones protectoras de la vida silvestre en Australia.
Durante las diversas campañas de recaudación de fondos para ayudar al país a enfrentar los incendios, la iniciada por Los Servicios de Información, Rescate y Educación de Vida Silvestre de Nueva Gales del Sur (WIRES) se supone era una de las más confiables.
WIRES recaudó la asombrosa suma de $60 millones después de la catastrófica temporada de incendios forestales pero el dinero no ha llegado a su destino.
Hasta la fecha, el grupo sólo ha asignado $ 6.5 millones a la causa y existen organizaciones más pequeñas en el país que no han recibido ni un centavo de lo recaudado.
Entre ellas, Possumwood Wildlife, una organización en las mesetas del sur de Nueva Gales del Sur que no ha obtenido ningún tipo de ayuda pese a todo lo prometido.
El 22 de enero, WIRES lanzó dos programas de subvención de fondos de ayuda de emergencia y ofreció recortes de hasta $ 3 millones para los pequeños grupos de rescate animal.
Todo esto parece haber quedado en promesas, pues portavoces de las organizaciones denuncian no han recibido ni respuestas cordiales a sus solicitudes.
Mientras, ellos deben continuar trabajando con las uñas para atender a tantos animales rescatados.
Steve Garlick y su esposa Rosemary Austen son los fundadores de Possumwood Wildlife y han decidido iniciar su pequeña campaña en Facebook para encontrar algunos aportes de forma independiente.
“No hemos recibido nada. No hemos presentado más solicitudes porque estamos tan ocupados tratando animales con quemaduras que no hemos tenido oportunidad […] Es realmente algo patético. No saben lo que está sucediendo en el terreno. Francamente, no creo que les importe», dijo Steve Garlick.
Otras personas como la cuidadora de Sunshine Coast, Dee Smith, también han decidido actuar de forma independiente y no esperar por la ayuda prometida. Recientemente, Smith lideró una recolección de suministros médicos para entregar directamente a los refugios.
WIRES está desplegando sus donaciones en un proceso de tres etapas. La primera se llevó a cabo hace dos semanas y se espera que una segunda inicie en las semanas recientes.
Los beneficiarios podrían obtener hasta $ 25 millones que serían repartidos paulatinamente para la rehabilitación e investigación de especies amenazadas.
Aunque insistan en que el dinero llegará a su fin, la realidad es que la emergencia que vive cada organización que trata con los animales lesionados por los incendios no puede esperar y es lamentable que la burocracia retrase de este modo la ayuda. Finalmente los más perjudicados terminarán siendo esas criaturas indefensas que perdieron sus bosques, ahora no queremos que también pierdan sus vidas a la espera de un dinero.
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