Navidad es una época para abrir nuestro corazón, llenarnos de alegría y brindar amor y felicidad. Es tiempo de hacer un cambio positivo en nuestras vidas y valorar todo lo que nos rodea.
Y qué mejor manera que ofreciendo oportunidades a los perritos más vulnerables que solo desean pasar estas fechas festivas al lado de seres que los amen incondicionalmente y les demuestren con acciones la verdadera esencia de la familia.
Todos los perritos merecen ser amados.
Sí, este año ha sido bastante complejo, pero no por eso debemos dejar de ser instrumentos de amor ni apagar esa luz que tanto necesitamos en tiempos de tripulaciones.
Si el ser humano padece bajo un contexto de incertidumbre y constantes cambios, ahora imagínense la vida de los perritos callejeros, de aquellos que sufren los peores tratos en manos equivocadas y los que llevan meses esperando encontrar su persona favorita en los refugios.
Los peluditos posaron con emotivas cartas a Santa.
Lo importante de esta fecha no se trata de dar o recibir regalos, sino de celebrar con esos que tenemos al lado y aún conscientes de que hay un lugar vacío en la mesa si perdimos a alguien podamos fortalecernos y agradecer por un día más.
Este mensaje de familia y solidaridad es el que buscan reflejar en las cartas una agrupación canina del Reino Unido, Dogs Trust.
Muchos de los perritos se hacen viejos en los refugios.
Ellos han realizado una emotiva campaña con cartas y fotografías de los perritos con el único objetivo de encontrarles una familia con la que puedan compartir esta Navidad.
A través de tiernas cartas dirigidas a Santa los perritos expresaron su mayor deseo: ser adoptados.
Solo quieren alegrar a una familia para estas fechas.
El refugio acoge a una gran cantidad de perritos de distintas razas, tamaños y edades.
Maxi es uno de los perritos que espera conseguir una familia. En su carta se puede leer:
“No he tenido una vida fácil, por lo que me estoy poniendo viejito y algo cansado. Todo lo que quiero para Navidad es una casa cálida y llena de personas que me amen.
A mis nueve años creo que nunca he experimentado lo que se siente una Navidad como debe ser, con todos los dulces, comida y cariños, que son mis cosas favoritas.”
Muchos de estos peluditos han pasado su vida logrando sobrevivir en las calles, con dueños abusadores, o intentando llamar la atención en el refugio para encontrar una familia.
Amar y ser amados es todo lo que quieren.
Algunos son mayores por lo que sus probabilidades de ser adoptados son mínimas. Sin embargo, el personal del refugio no se da por vencido y confía que muchos lograron cumplir su gran deseo de Navidad.
Siempre hay motivos para abrir nuestro corazón y llenar de amor la vida de un perrito. El mejor regalo de Navidad es ser feliz y brindar felicidad a quien tanto la necesita. Anímate adoptar y transforma una vida. ¡Comparte!