«No sé si pueda seguir viviendo sin él» – Ofrece su auto a quien le devuelva a su perro robado

La pérdida o el robo de nuestra mascota puede ser un momento realmente estresante y devastador para quien ha desarrollado una relación que, como hemos dicho en otras ocasiones, es el vínculo por excelencia del cariño, la fidelidad, de la compasión y de la confianza.

Solo quien tiene una mascota sabe que con tan solo mirar a su perro o a su gato –o cualquier otro animal– con una actitud protectora y de afecto, se genera una simbiosis maravillosa para toda la vida.

Para Carlos Quiroga, un hombre oriundo de la localidad argentina de Hilario Ascasubi su perro, Falucho, es el ser más importante en su vida.

Falucho

El animalito fue un regalo de su padre quien falleció hace algunos años. Desde que tenía tan solo poco más de un mes de nacido y desde hace ya seis años, Falucho comparte su vida con Carlos haciendo más llevadera su soledad, lo que les ha hecho convertirse en un dúo inseparable.

Carlos, su padre y Falucho bebé

Falucho, mi perro, sencillamente no tiene precio para mí”, asegura el joven argentino.

Falucho es un perro muy amado, no hay posibilidad de que haya escapado de casa

Vivían, dormían, comían, jugaban y paseaban juntos. No había momento del día en que el hombre y su amado perro no se acompañaran mutuamente.

Cada día que pasaba, el lazo entre ambos se estrechaba aún más haciéndose más poderoso y convirtiéndose, de hecho, en un ejemplo de amor y entrega para todos aquellos que les conocían.

Su amistad parecía salida de un cuento de hadas. Y es que la muerte de su padre dejó un hondo vacío en alma de este joven que, a pesar de contar con el apoyo de su familia y amigos, sobre todo, fue rescatado del abismo de depresión ende el que se hallaba, gracias y solo gracias al amor y la preocupación de Falucho.

Sin embargo, esta hermosa historia como las monedas, tiene dos caras y una de ellas, es oscura. Un fatídico día, Carlos llegó a su casa como de costumbre y vio con horror que Falucho no estaba por ningún lado. Increíblemente su mejor amigo había desaparecido sin dejar rastro.

Desesperado, Carlos buscó a su mascota hasta por debajo de las piedras del inmueble, atravesó todo el barrio, la ciudad entera, sin resultados positivos que dieran con el paradero de su animalito.

Yo no sé si pueda seguir viviendo sin Falucho. Él es todo para mí”, se lamentó el joven.

Nada de lo que hizo hasta el momento pareció funcionar. Por lo cual, Quiroga tomó la decisión extrema de ofrecer su propio vehículo que con tanto sacrificio obtuvo, a cualquiera que pudiera tener alguna información o devolverle a su perrito.

Entrego este auto, que es lo único que tengo, al que me diga quién tiene mi perro. Me lo robaron afuera de mi casa. ¿Con qué necesidad? ¿Con qué fin? Me destruyeron llevándose al perro, ¿por qué no vinieron y me pidieron una cría antes de robármelo?”, escribió el hombre, frustrado.

Si bien no está seguro de si su estrategia funcionará, Carlos no pierde la esperanza de volver a ver a su adorado Falucho y continúa dispuesto a hacer lo que sea para poder recobrar a su compañero.

Entrego este auto! Al que me diga quien tiene mi Perro!Me lo robaron de afuera de mi casa!Con que nesecidad? Con que…

Publiée par Eel Pelaa Quiroga sur Jeudi 26 décembre 2019

Comparte esta sensible historia con tus familiares, amigos y seres queridos y no olvides que lo material siempre se puede reemplazar. El amor, el cariño e incluso la sana dependencia que se establece entre una persona y su animalito de compañía, NO.

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