Hace más de 6 años, un perrito llamado Tarasik llegó al refugio de Kozhukhovsky, en la ciudad de Moscú.
Lo ingresaron en una habitación especial para el frío pero por complicaciones en la organización del refugio, el peludito terminó pasando allí mucho más tiempo del esperado.
Tarasik había llevado una dura vida en las calles pero también se sentía olvidado y asustado en el refugio.
A comienzos del 2020, muchos perritos fueron trasladados para permanecer en cuarentena. Fue entonces cuando la vida del hermoso Tarasik finalmente comenzó a cambiar.
Los nuevos voluntarios encargados del peludito notaron que tenía muchos problemas para comunicarse. Temblaba de miedo ante la presencia de cualquier humano.
Algunos intentaban acariciarlo pero su reacción inmediata era morderlos. Para muchos, podría haberse tratado de un caso imposible pero una joven llamada Alina decidió brindarle un poco de tiempo extra para ayudarlo.
“Se veía realmente olvidado. Pobrecito. Necesita una familia”, comentó un usuario en las redes.
Alina comenzó a visitarlo regularmente. No sólo se encargaba de limpiar su área sino también de llevarle agua fresca y alimentos.
Con el paso del tiempo el perrito comenzó a tomarle cariño a la joven y por primera vez en 6 años se atrevió a ir de paseo con ella. Era un logro maravilloso. Tarasik no cabía en sí de su alegría y no paraba de mover su colita de un lado a otro.
Desde entonces, Tarasik sigue mejorando cada día más. Ya no es catalogado como un perro “salvaje” y pasa sus días junto a otros perritos con los que entabló una hermosa amistad.
Esperamos que este enorme cambio en su comportamiento lo ayude a encontrar la familia que tanto necesita. Algunos lo veían como un animal peligroso, pero sólo necesitaba un poco de amor y comprensión.
“¡Gracias a la voluntaria que le dedicó todo su corazón!”, agradeció un internauta.
Nunca debemos juzgar a los perritos que parecen tristes o aislados en el refugio. En medio de tantos animales, muchos de ellos no reciben la atención o el cariño que tanto necesitan. Afortunadamente, hay voluntarios como Alina que saben brindarle un poco de tiempo extra a cada perrito para recordarles que la vida puede ser muy hermosa.
La mejor manera que tienes de apoyar a Tarasik y a miles de perritos en su situación es promover la adopción de mascotas. Entre todos podemos hacer de este mundo un lugar mejor para los peludos de la calle. ¡Comparte!