Dejar a un perro solo y desprotegido en la calle siempre será un acto bastante cruel pero parece que hay niveles de niveles. Al menos eso ha pensado un hombre de Missouri que rescató a un perrito sin hogar.
David Fredman conducía hacia su trabajo el pasado lunes 5 de agosto, cuando vio a un animal al borde de la carretera.
El hombre redujo la velocidad para corroborar de lo que se trataba, pues la atrocidad que veían sus ojos era difícil de creer.
«Vi lo que parecía un perro que estaba colgado del lado de una especie de caja de alimentación eléctrica”, dijo Fredman.
Este buen samaritano decidió detenerse y prestar ayuda al despavorido animal, pero la escena que encontró era realmente peligrosa y decidió llamar al número de emergencias.
“El cable definitivamente lo estrangulaba. Sus pies tocaban el suelo, pero con dificultad, apenas llegaba a él. Estaba tratando de mover la cabeza de izquierda a derecha pero apenas podía hacerlo», relató David Fredman.
El hombre sabía que estaba contra reloj si quería salvar la vida del animalito, así que tomó un objeto para cortar el cable y liberarlo.
“Tan pronto como lo corté, intentó respirar. No podía respirar muy bien. Intenté que caminara y tampoco podía caminar. Por la forma en que lo encontré, no podía creer que alguien le hiciera eso a un animal», dijo David.
Fredman decidió llevar al perro a KC Pet Project, un refugio de animales en Kansas City.
En el lugar, la historia del can dio un vuelco total al descubrir que llevaba un microchip y pertenecía a una familia que lo había estado buscando.
Además, Fredman supo que el nombre del animal que había salvado era Max. No se trataba de un perrito sin hogar, sino de uno con una familia que lo había estado buscando.
En cuestión de horas Max pudo recuperarse y volver a su hogar con sus verdaderos dueños.
“Gracias a las acciones rápidas de David y al poder de un microchip, pudimos llevar a Max de vuelta a casa con seguridad a su familia», dijo Dee Vaughn, dueño del perro.
El señor Vaughn fue contactado dos horas después de que Max fuera encontrado.
Dee no sólo está agradecido con David que ha hecho posible el regreso del perro a casa, sino que intenta descubrir cómo se llevaron a Max y cómo terminó colgado de esa caja en el elevado de una interestatal, en Missouri.
En agradecimiento, Dee Vaughn invitó a David a una cena junto a su familia.
Ciertamente, esto y más se merece este generoso hombre que fue capaz de dar la vuelta para rescatar la vida de un animal. Nos entristece saber que hay personas desalmadas capaces de hacer estas cosas pero donde hay alguien así, el destino pone a alguien con gran corazón dispuesto a hacer el bien.
Dejar a un animal de este modo es un grave delito. Comparte esta nota e invita a tus amigos a denunciar en caso de ver una escena como esta ¡Sé la voz de los que no la tienen!