Lee Hodges y Willow Rolfe, es una pareja británica de maestros, amantes de la naturaleza y los animales, y aventureros, que iniciaron un viaje en su camioneta restaurada, en agosto de 2019.
Su objetivo era recorrer los hermosos paisajes de América del Norte en coche. Pero jamás imaginaron que en su recorrido se encontrarían con la criatura atigrada más adorable y que suplicaba un hogar.
Cuando estaban por Washington D.C., se toparon con la gatita callejera que no tardó en robarse su corazón. Sin poder decir que no, decidieron acogerla a pesar de lo complicado que podía ser incluirla en todas sus aventuras, que llegarían a durar casi 2 años.
Ahora no pueden imaginar su vida sin Aimee, como apodaron a la minina
La pareja confiesa que siempre sintieron la necesidad de rescatar a un animal sin hogar, ya que tenían dos gatos esperándolos en casa. Pero lo que les dio la hermosa Aimee fue mucho más de lo que soñaron.
Pronto se convirtió en la consentida de la pareja y en la protagonista de todas sus aventuras sobre ruedas. Incluso le enseñaron a caminar con correa, algo que es muy poco común en los gatos, pero era la única manera de garantizar su seguridad en los paseos al aire libre.
Tristemente, en uno de sus destinos, Aimee fue atacada por una manada de perros que la dejaron con una pata rota.
Pero eso no fue obstáculo alguno, Lee y Willow esperaron todo lo que hiciera falta hasta que se recuperara del todo, y siguieron su viaje con la pequeña ya curada.
Pero cuando ya querían regresar a Reino Unido por las complicadas circunstancias sanitarias por la pandemia, se encontraban en México porque quedaron varados con su camioneta dañada.
No contaban con que todo estaría paralizado en ese país y llevan ya un año sin poder volver; en parte porque al ser recogida de la calle, no tienen ningún papel que acredite que es su gatita.
Ahora su prioridad es lograr arreglar la camioneta y llegar a Estados Unidos, desde donde tomarán un ferry que les lleve a su país. Pero están a la espera de un motor de reemplazo, además de otros repuestos que necesitan para garantizar que pueden regresar seguros.
Ellos bien podrían dejar su camioneta, volver a Reino Unido en avión y regresar más adelante cuando la situación mundial cambie. Pero eso significa hacerlo sin su gatita, y eso simplemente no es una opción.
Se enfrentan cada vez a más dificultades, porque encima su visa humanitaria está a punto de caducarse.
Pero para ellos, no importa cuanto y todo lo que tengan que esperar, Aimee es la única «pertenencia» que no pueden dejar, y será lo primero que pondrán en su maleta. Ella no es su mascota, es su «hija», y como tal, a un familiar no se le abandona. ¡Cuánto por aprender de este par!
Comparte esta emotiva historia y esperamos de corazón que pronto puedan resolver todas sus dificultades. Tanto amor merece ser recompensado.