¿Te imaginas recibir malos tratos de las personas en quienes más confiabas y a las que entregaste tu corazón por completo?
Esta fue la triste realidad a la que se enfrentó un indefenso perrito en Monterrey, México, cuando sus humanos se olvidaron de cuidar de él, alimentarlo y siquiera llenar su tazón de agua de vez en cuando.
El nombre de este perrito era Maleno, un hermoso perrito color caramelo al que sus ojos se le llenaron de lágrimas y pesar tras ser rechazado por su familia.
Vivía sin cuidado alguno, enfermo, sin alimento y con agua putrefacta que solo empeoraba su desgaste físico.
Fue uno de los vecinos cercanos a la familia de Maleno quien alertó a las autoridades para que acudieran al domicilio y pudieran verificar con sus propios ojos la grotesca situación que sucedía ahí.
Fue el pasado 8 de agosto que la Unidad de Protección Animal de Escobedo llegó para rescatar al perrito.
Maleno trató de aferrarse a la vida, siendo hospitalizado y después trasladado a la clínica veterinaria del Estado, pero sus intentos fueron vanos. Tristemente falleció, pero su pérdida no quedaría impune.
«El perro estaba en una situación muy deplorable, completamente enfermo, no podía levantarse, y estaba en los huesos», dijo durante la audiencia Melissa Ramos, directora de la Unidad Protectora de Animales de Escobedo.
Los humanos de Maleno han sido llamados a juicio en un hecho sin precedentes en el país latinoamericano.
Su humano declara que debido a la pandemia no tuvo ingresos para poder llevarlo a una clínica veterinaria, sin embargo, en el Estado hay atención médica gratuita para los perritos necesitados.
«El municipio de Escobedo es el único en todo el estado y quizá en el país que tiene una clínica veterinaria municipal para la gente que tiene pocos recursos y cuando la gente nos comprueba que no tiene los recursos para atender al animal, los tratamientos y la atención son gratuitos», señaló Melissa.
No hay nada que pueda justificar la negligencia con la que actuó esta familia en contra de su propio perrito. Sencillamente, se necesita no tener corazón para ver a un ser vivo cada vez más enfermo, agonizando y suplicando auxilio.
«Usted dice que no tenía dinero para atenderlo, y, ¿qué pensaba hacer con el perro? ¿Dejar que se muriera? ¿Esperar que se muriera en el patio?», preguntó Antonio Santamaría, coordinador veterinario de Escobedo, a uno de los responsables.
Nada devolverá la vida de Maleno, pero su caso ha sentado los precedentes para que nadie más se atreva a cometer injusticias contra los animales.
Ya se ha celebrado la primera audiencia y sus humanos fueron multados con más de 500 dólares; además recibirán atención médica psicológica para concientizarlos sobre el bienestar de los animales.
No dejemos de alzar la voz y exigir justicia para todos los animales del mundo. Observa bien a tu alrededor y nunca permitas que un animalito reciba malos tratos.