Cuando tenemos una mascota en casa es normal llevarla al veterinario para realizarle exámenes rutinarios, lo que no es normal es sacarlo de emergencia porque a tu curiosa mascota le dio por devorar todo una caja de juguetes que tenían un fin muy distinto que terminar en el estómago del perrito. Así fue como Nong Aom terminó en una sala de emergencia tras observar que su adorable mascota no paraba de vomitar.
El hecho sucedió en Pattaya, Tailandia.
Hace unos días Aom se preocupó al ver que su perrito estaba muy decaído, su dueña había comprado unos patitos de goma para decorar la piscina pero de repente desaparecieron, así que Aom sospechó que su perrito había no solo jugado con los patitos de goma sino que se los había comido.
Inmediatamente llevó a su perrito al centro clínico más cercano.
Al realizarle la radiografía observaron que el estómago del travieso perrito estaba cubierto de extraños y múltiples parches que indicaban que se trataba de los patitos de decoración.
El perrito tiene por nombre American Bully, Devil, un adorable bulldog.
Sin dudarlo, lo intervinieron y para sorpresa del veterinario y todo el personal, al perrito le sacaron más de 30 patitos de goma. Muy fue el veterinario encargado y comenta que nunca antes había encontrado tantos juguetes en el vientre de algún perrito.
Los juguetes pueden ser herramientas mortales para una mascota si no se guardan en el lugar adecuado.
El travieso Devil parecía comprender el gran problema en que se encontraba así que no se opuso a recibir tratamiento. La intervención duró aproximadamente una hora en la que extrajeron un total de 32 patos de goma amarillos, dos pedazos de pelotas de goma y un trozo de piel de vaca sin digerir.
Devil no vio la caja de juguetes como una oportunidad para divertirse sino como un suculento plato.
Aom había comprado la caja de 50 patitos de goma como decoración, pero nunca se imaginó que su travieso perrito terminaría devorándolos. Al respecto señala:
«Normalmente mi perro no se come todo. Él sabe lo que es comestible y lo que no. Pero esta vez se tragó 32 de los patos”.
Sudueña comenta que pudo habérselos tragado todos si no se hubiera sentido mal, afortunadamente, lo encontró a tiempo y pudo llevarlo al centro clínico más cercano. Sin duda, los patitos de goma y cualquier otro juguete pequeño pueden resultar muy peligrosos para nuestros amados perritos.
Una “comida” que no le cayó nada bien al hermoso perrito.
Ten presente que ellos son pequeños seres muy inteligentes pero también inocentes, que pueden comerse cualquier cosa sin medir las consecuencias, así que de nosotros depende que estén bien y ofrecerles un hogar lleno de amor aunque confundan los juguetes con rica comida.
Comparte esta noticia para que todos conozcan la increíble historia de Devil, el gran perrito que sobrevivió después de comer tantos juguetes.