Ser un perrito mimoso no debería ser un problema para ningún animalito pero este perrito llamado Roger ha aprendido que no todos los abrazos pueden ser inofensivos. Mientras algunos dueños se quejan de la mala relación que hay entre sus mascotas, específicamente si no son de la misma especie, los padres de Roger pueden alardear de su perro pacífico y cariñoso.
A este can le gusta abrazar a todos y tiene una excelente relación con los gatos.
Autumn Nelson, la madre de Roger, dice que desde que llegó a casa el can ha sido amistoso pero últimamente su afán de abrazar ha rebasado los límites.
La criaturita parece necesitar sentirse abrazado de manera permanente y por obvias razones esto no puede ser cien por ciento cumplido por sus padres.
Si nadie lo abraza, él lo hace solito.
Roger no sólo abraza a todos sino que tiene su propio sistema de abrazos, una especie de ritual que es bien conocido por todos en casa.
“[Él] AMA ser acurrucado. Le gusta mucho trepar y poner una pata en cada uno de nuestros hombros para dar lo que llamamos ‘abrazos de cara’. También le encanta jugar con nuestros gatos y acurrucarlos», explicó Autumn.
Pero en las últimas semanas, el fetiche de Roger ha ido en aumento.
El can ha mezclado sus ganas de abrazos con el placer de excavar. Como sabe que no puede ser abrazado por sus papitos durante todo el día, este can encontró un modo de sentirse siempre apapachado y es usando la ropita de mamá.
Roger excava entre las prendas de Autumn para encontrar un suéter a su medida e introducirse así a sus mangas ¿podría alguien haber pensado esto antes? El perro tiene la sensación de cuidado al ser una prenda de mami y sentirse apretadito por la tela, como si estuviese en sus propios brazos.
“Lo hizo por primera vez hace unas semanas. Lo escuché lloriquear arriba y cuando lo llamé para que saliera lo encontré atascado en mi suéter. ¡Por supuesto que me reí y decidí que tenía que documentarlo antes de sacarlo! Simplemente me miró fijamente y tuvo una mezcla de pena y vergüenza», comentó Nelson.
Desde ese primer día, los atascos de Roger son cada vez más constantes. Aunque en un primer momento el asunto parecía aterrador para él, este peludo masoquista no presta atención al pequeño sustito con tal de sentirse abrazado.
Lo único que Roger deja al descubierto es su hocico.
Roger sabe que cada vez que llore su mamá irá al rescate, así que parece confiado y motivado a seguir haciéndolo. Aunque esta situación puede valerle a Autumn un poco de inconvenientes al vestirse, ahora sus suéteres están algo estirados y más llenos aún de pelitos de perro.
“Cada vez que lo encuentro es porque finalmente decide salir, pero no puedo, así que se queja. Pero después regresa a mi habitación para encontrarlo otro suéter”, dijo Nelson.
@autumnleanne13I can’t with this dog anymore. 😭🤣 ##dach##dachs##weinerdog ##fyp♬ original sound – autumnleanne1
Durante los 7 años que Roger ha estado en esta casa, esta es la primera vez que se encapricha tanto con algo. Él solía jugar con los canastos de ropa sucia pero la posibilidad de meterse entre los abrigos abrió ante sus ojos la posibilidad de estar siempre acogedoramente abrazado. Puede que su mamá decida en algún momento esconder toda la ropa y seguro el peludo planeará otra estrategia.
Los perros son más que inteligentes y la practicidad parece ser otro de sus atributos, comparte esta divertida historia y coméntanos qué travesura hacen tus mascotas.