Sin rumbo y con las esperanza de ser rescatados muchos perritos callejeros vagan de un lugar a otro sobreviviendo con las migajas que encuentran entre la basura.
Muchos de ellos fueron sometidos a tratos injustos dejándoles fuertes lesiones sin la posibilidad de recibir la atención médica que necesitaban. Emerald es una de esas perritas, fue encontrada vagando por las calles de Filadelfia con lamentables signos de un acto cruel y sin corazón, tenía heridas profundas en su hocico y la cabeza.
La dulce perrita solo tiene 9 meses de edad.
Los oficiales de control de animales recibieron una llamada informándoles de una perrita mal herida, algunas personas decidieron atraparla y amarrarla a una cerca para que sus rescatistas pudieran dar con ella.
Al llegar se encontraron con una pequeña peludita en terribles condiciones, sus rescatistas destacan que las heridas de la dulce Emerald fueron el resultado de haber estado tanto tiempo atada con una cuerda alrededor de su hocico, fue tal la presión que terminó perforándole la piel.
Analgésicos y antibióticos no fueron suficientes para combatir las heridas.
Al intentar ayudar a la perrita el personal se sorprendió de la actitud receptiva de Emerald. Morgan Polley, portavoz de Animal Care & Control de Filadelfia comenta al respecto:
“Parecía que alguien le había atado fuertemente el hocico con una cuerda, alambre o algo delgado porque había una gran herida infectada alrededor de su hocico donde la habían atado. Su hocico estaba completamente hinchado. Es increíble lo dulce, amistosa y feliz que logró ser a pesar de lo que ella había pasado”.
La perrita recibió antibióticos y analgésicos pero necesitaba un tratamiento médico más fuerte. El refugio pidió ayuda a un grupo de rescate para que asumieran su cuidado, Outcast Rescue intervino y terminó haciéndose cargo de la perrita.
Las heridas de Emerald eran tan fuertes que necesitó de tres intervenciones quirúrgicas para tratar de reparar todo el daño que le hicieron.
Tras cada intervención la perrita no dejaba de mover su cola y dar besos.
Cuando sane por completo será necesario un tratamiento con láser para intentar disimular las cicatrices de su hocico. A pesar de todo el dolor al que se ha visto inmersa la perrita sigue siendo muy dulce con las personas, no deja de menear la cola e intenta llenar de dulces besos a todo aquel que se le acerque.
La herida de su hocico no es la única que tiene la tierna Emerald, todo su cuerpo está cubierto de cicatrices pero sus rescatistas no quieren especular el motivo que pudo haberlas causado.
Emerald está en un hogar de acogida recuperándose lentamente.
El caso de Emerald ha conmovido tanto a sus rescatistas que Pennsylvania Society for the Prevention of Cruelty to Animals abrió una investigación para encontrar al responsable que le hizo ese daño incomprensible a una perrita tan dulce.
El proceso de recuperación ha sido lento pero seguro, una vez que esté lo suficientemente bien se le realizará una cirugía de esterelización.
La perrita hizo un nuevo amigo en su hogar de acogida.
Solo es cuestión de tiempo para que la dulce perrita esté totalmente sana, una vez que haya sido esterilizada será puesta en adopción. Emerald es una perrita muy dulce y cariñosa, así que deseamos pueda encontrar una familia que le brinde todo el amor que se merece.
La perrita se emociona con todo, así que preferiblemente se espera que una familia con otros perros pueda llevársela a casa para que pueda jugar y contagiarlos con su carisma.
Sus rescatistas están felices de haber salvado a una perrita tan cariñosa.
Emerald sin duda ha sufrido mucho, el insensible que la hecho padecer tanto logró lastimar su cuerpo pero no su espíritu. Ahora es una perrita feliz y agradecida que lo único que hace es llenar de besos a su madre de acogida y a todo aquel que quiera consentirla. Deseamos pronto encuentre un hogar permanente para que siga llenando el mundo de tiernos momentos y dulces besos.
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