El protagonista de esta hazaña se llama Alan McFadyen, tiene 46 años y durante seis años tomó 720.000 fotos tratando de conseguir el tiro perfecto de un ave martín pescador o alcedin en memoria de su difunto abuelo. Pasó 4.200 horas en un hermoso lago en Kirkcudbright, Escocia, tratando de capturar el momento para conmemorar los momentos más felices de su infancia. Hace 40 años en ese mágico lugar Alan iba junto a su abuelo Robert Murray a contemplar el lugar de nidificación del martín pescador en ese lago. El señor Robert falleció en 1994 a la edad de 78 años.
Alan tiene una linda familia, es padre de tres niños y desde que se inició como fotógrafo profesional, decidió que tenía que registrar algún momento de buceo impecable de un martín pescador en honor a su abuelo.
Desde que el nido de esta ave se inundó a causa del ascenso del agua cada año, Alan cavó un agujero en el banco y lo llenó de barro para construirles un nido más sostenible a las aves. Regresaba un par de veces a la semana, un promedio de 100 días al año para fotografiar los martines pescadores que se zambullían en el lago.
La fotografía de sus sueños era una toma en la que se apreciara el lanzamiento del ave al agua haciendo una inmersión perfecta, sin dar siquiera un chapoteo.
Alan comentó: «No hay muchas personas en el mundo que han conseguido este tiro. Los martines pescadores bucean tan rápido que son como balas, por lo que tomar una buena foto requiere mucha suerte y mucha paciencia. Nunca me detuve a pensar en el tiempo que me tomó, disfruté haciéndolo y ahora miro atrás y estoy orgulloso de la foto y de ver el fruto de mi esfuerzo”.
También expresó: “Estoy seguro de que a mi abuelo le habría encantado, me gustaría que pudiera haberla visto. Toda mi familia me demostró que estaban orgullosos y que él también lo estaría”.
En la fotografía puedes ver a Alan junto a su abuelo y en la siguiente a su hijo de 8 años Leighton con Alan a la derecha, que espera seguir los pasos de su abuelo y compartir siempre su amor por la naturaleza.
El fotógrafo cree que su martín pescador perfecta era una hembra adulta en torno a dos o tres años de edad. Alan tomaba unas 600 fotos al día y esta fue una extraordinaria la toma.
A pesar de que ya consiguió la toma de sus sueños, no dejará de seguir fotografiando a estas aves.
“Ya he comenzado a llevar a mi hijo de 8 años de edad para que vea los martines pescadores, mi sueño es que él forme parte de esta historia”, dijo Alan.
¡Es una fantástica muestra del amor por la vida y la naturaleza! Valió la pena su esfuerzo porque las imágenes son increíbles. Comparte con tus amigos el privilegio de verlas.