Nuestras mascotas siempre se ganan nuestro corazón y cuando algo desafortunado les pasa solemos sentirnos muy preocupados e incluso bastante tristes. Siempre intentaremos tomar las decisiones con las que ellos puedan estar felices, como la que tomó la familia Weeks, en Inglaterra, después de que Lavander, su pequeño Hamster de tan solo cuatro semanas de edad, terminara con una patita gravemente herida después de una de sus travesuras.
Lavander por lo general se encontraba en su cómoda jaula, en la que podía jugar, comer y beber, pero ella necesitaba un poco más de aventura y logró salir.
Unas horas después, los Weeks descubrieron que su revoltosa amiguita no estaba en su jaula por lo que comenzaron una búsqueda desesperada, revisaron cada centímetro de la casa hasta que la encontraron detrás del horno de la cocina, pero lamentablemente la aventura de Lavander no había salido muy bien, pues estaba muy herida.
Los Weeks sin dudarlo, la llevaron al centro veterinario más cercano, el Cherrydown Vets, donde la Dra. Amy Andrews, se hizo cargo del caso y comenzó su examen, que incluía rayos X.
El resultado de sus análisis demostró que Lavander tenía una fractura en una de sus patitas y Amy le presentó dos opciones a la preocupada familia: someterla a una riesgosa cirugía que incluía una dosis de anestesia y amputar su patita, o practicarle eutanasia para que terminara su insoportable dolor. Ambas opciones eran difíciles pero ellos tomaron la que consideraron más favorable para su mascota.
A pesar de los riesgos de la anestesia, Lavander fue operada y de hecho fue un procedimiento exitoso, pero ahora se enfrentaban a un nuevo problema.
Mantener la herida y las suturas alejada de los desenfrenados mordisqueos de Lavander, es la naturaleza de un hámster y ella no sería la excepción, los collares protectores utilizados en estos casos, por lo general están diseñados para animales mucho más grandes, pero Amy tuvo una gran idea.
Diseñó y construyó con sus propias manos un collar protector hecho a media para Lavander, ahora solo debían mantenerla entretenida con otros objetos para morder.
Gracias a la rapidez con la que actuó su familia y la profesionalidad del equipo veterinario, Lavander se está recuperando muy bien, ya se encuentra nuevamente en casa y sabemos que será muy feliz.
Aunque la aventura de Lavander fue tan desastrosa que le costó una patita, su familia asegura que se está adaptando muy bien a la vida en tres patas y aunque clausuraron temporalmente los niveles más altos de su jaula estamos seguros de que la aman y harán todo lo necesario para su bienestar.
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