Hay perritos que tienen cualidades sobresalientes, el que salta más alto, el que ladra más fuerte o el que corre más rápido.
Todas estas cualidades notables para sus dueños, pero ninguna demasiado extrema como para que resulte dañina para los cachorros.
Sin embargo, la historia de hoy involucra a una perrita para la que su cualidad sobresaliente resultó ser un gran problema.
Tiki es una perrita con un apetito voraz.
Esta labradora negra de raza Retriever tiene el apetito de una aspiradora, pero los gustos también.
Comiéndose todo lo que encontraba a su paso, esta chica se metió en graves problemas por su forma de comer.
Su veterinario el Dr. Hisham Ibrahim la recibió por un dolor de estómago prolongado que tenía a sus personas muy preocupadas.
En el Hospital veterinario de Good Shepherd’s el Dr. I procedió a evaluar a Tiki y lo que encontró fue absolutamente «zoorprendente».
Tiki fue llevada a rayos X, donde se pudo comprobar que tenía diferentes objetos extraños alojados en su estómago que impedían el funcionamiento normal de sus órganos.
El Dr. Ibrahim realizó una cirugía exploratoria muy preocupado por qué era lo que podría estar dentro del estómago de Tiki.
La cirugía tomó casi 2 horas y una vez adentro, el Dr. empezó a encontrar diferentes objetos, uno tras otro.
Tiki tenía su estómago lleno de gomas para el cabello y ropa interior femenina.
De hecho, tenía tantas bandas para el cabello que podrían haber servido para atar el cabello de todas las participantes de un torneo de fútbol femenino.
¡En total eran 64!
Y además tenía tanta ropa interior alojada en su estómago que le podría haber servido a alguien para un viaje de una semana; 8 panties en total estaban bloqueando el estómago de Tiki.
Además de esto habían 4 bandas elásticas de goma, de las de los billetes y una bandita para heridas.
La pequeña se había convertido a sí misma en un bolso de viaje andante con tantos accesorios femeninos dentro de su cuerpo.
Su apetito loco o su ansiedad la habían metido en serios problemas, pues la llevaron directo a la sala de emergencias y al quirófano.
«El Dr. I y yo empezamos a sacar manojos y manojos de diferentes objetos, fue toda una experiencia única ver algo así”, según declaró Emily Cottle, la técnico veterinario quien asistió al Dr. Ibrahim en la cirugía.
El procedimiento no fue fácil, pero afortunadamente el equipo logró sacar adelante la cirugía y Tiki ya se está recuperando.
Con razón la pobre no se estaba sintiendo nada bien, los dueños de mascotas debemos tratar de mantener los objetos extraño lejos de su alcance. ¡Nunca se sabe qué se puede llevar el perrito a la boca!
Comparte esta alocada noticia, sobretodo con tus amigos que tienen perritos con apetitos voraces… ¡A cuidar lo que comen!