Jon y Tracey Stewart se encontraban en una autopista cuando vieron algo que los preocupó. Decidieron parar el auto de inmediato y se dieron cuenta de que una perrita se encontraba en apuros. Se veía agotada y realmente necesitaba ayuda lo más pronto posible.
La perrita fue rescatada en Tennessee, Estados Unidos.
Cuando se acercaron a ella tardaron un poco en ganar su confianza y luego comprendieron que la situación era mucho más delicada de lo que pensaban: la perrita estaba embarazada y se encontraba a tan sólo horas de dar a la luz.
Tracey decidió cancelar todos sus planes y se quedaron un rato allí para poder ganarse la confianza de la futura madre.
La perrita tuvo 12 cachorros.
No fue nada sencillo pero lograron subirla al auto y de inmediato se dirigieron al veterinario más cercano.
La llamaron Bess y tan sólo unas horas después comenzó a dar a luz. Fue un parto largo, doloroso y complicado. De no ser por el enorme corazón de sus rescatistas, la perrita y sus cachorros podrían haber perdido la vida en medio de la peligrosa autopista.
“Burrdie estuvo atorada durante horas y con oxígeno limitado. Era la más pequeña pero nunca paró de luchar por su vida”.
Finalmente, Bess dio a luz a sus hermosos perritos y comenzó su labor de madre amorosa. La perrita reconocía a Burrdie, una pequeña que había logrado sobrevivir de milagro y que necesitaba un poco de alimento extra para poder reponer sus fuerzas. Sin pensarlo dos veces, Jon y Tracey se llevaron a los perros a casa.
“Bess es tan paciente y amorosa con todos sus bebés. Es la madre perfecta”.
La salud de todos los cachorros era algo delicada así que no querían dejarlos en un refugio. Ayudaron a la agotada Bess a cuidar de todos sus peluditos y no tardaron en comprender que era un perrita muy especial.
Después de un par de meses todos se encontraban fuertes y listos para buscar un hogar definitivo. En contra de lo que todos esperaban, la primera en conseguir una familia fue Bess.
“Cuando vio a todos los perritos no sabía por dónde empezar. Saltaba de emoción. Todos estaban demasiado felices”.
Tracey se las ingenió y les consiguió a todos los cachorritos un hogar. Todos fueron adoptados por amigos de la familia así que pueden mantenerse en contacto constantemente.
Un año después, decidieron hacer una reunión muy especial. Bess y todos sus hijos se reencontraron, habían crecido tanto que realmente parecían imposibles de reconocer.
«Espero que podamos hacer esto todos los años. Fue un momento maravilloso. Sólo había alegría”.
La dulce Bess no cabía en sí de emoción, especialmente al reencontrarse con Burrdie. Todos los perritos pasaron la mejor tarde de sus vidas y no dudaron en jugar, correr y compartir como en los viejos tiempos. A pesar de que ya habían pasado muchos meses, parece que siguen reconociendo a todos sus hermanos y a su amorosa madre.
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