Esta perrita apodada “prisionera del castillo” pasó años atorada en un estrecho agujero hasta que llegó el día que pudieron liberarla.
Sin haber conocido su historia ya nos preguntamos cómo pudo suceder algo así. Por increíble que parezca este pobre animal fue arrojado intencionalmente por un estrecho agujero cuando apenas era un cachorro, quedando totalmente desorientado para escapar, creció y le fue imposible salir de allí.
Estuvo tres años atrapada en la oscuridad y soportando el encierro hasta que un día alguien ¡Por fin! decidió hacer algo que haría posible este rescate.
Fueron tres años de total desespero para este animal, se le escuchaba aullar y gemir, la situación empeoraba durante la época de invierno, por el frío. ¡Qué triste!
Los residentes de Jabárovsk, Rusia, ciudad fronteriza con China, habían hecho varios intentos en los últimos años para atraer y sacar al perro, pero siempre estaba demasiado asustado, se retiraba hasta quedar fuera de su alcance, según reporta la noticia local. Logró sobrevivir todo ese tiempo porque estas personas se encargaron de alimentarlo cada día a través del pequeño agujero.
Los ciudadanos se comunicaron con los servicios de emergencia, pero se negaron rotundamente, según informaron. Estaba atorado en un recinto oscuro y estrecho adyacente a una bodega entre un bloque de apartamentos de nueve pisos y una tienda. Las personas del conjunto y la tienda no lograron ponerse de acuerdo para responsabilizarse por ella.
Un nuevo residente quedó tan estupefacto por esto que planteo el problema a los medios de comunicación, al final gracias a una protesta y campaña pública la ayuda llegó de parte de los defensores de los derechos de los animales.
La única forma era destrozar la pared, pero existía el temor por el riesgo de ocasionar un daño grave al animal. Por fin el agujero fue agrandado gracias al soldador Andrey Chernov quien ofreció sus servicios a la causa, pero la perrita estaba tan asustada que se negaba a salir. Así que la activista Darya Stepantsova, de 27 años, decidió ir en su búsqueda.
“Pensé que sólo podía conseguirlo entrando, poner un lazo alrededor del cuello de la perra y sacarla, pero una vez allí, me sorprendió descubrir que desde hace años, la perra había cavado túneles”, dijo Darya a la prensa local.
“Me daba miedo, era difícil. No había espacio para una persona bajo el sótano. La perrita estaba escondida allí y no podía entrar, tuve que cavar zanjas con las manos desnudas. Estaba respirando solamente polvo de cemento y arena, un par de veces entre en desesperación, pero me las arreglé para superar esos sentimientos».
«En algún momento me metí en un callejón sin salida y pensé que nunca saldría, luego en un último esfuerzo me arrastré más cerca y pude pasar un lazo sobre su cabeza y una venda en su hocico para tratar de sacarla», comentó su rescatista.
Inmediatamente al ser liberada fue llamada “Libertad”, durante el tiempo que estuvo cautiva era conocida como la prisionera del castillo de If, una fortaleza que se convirtió en prisión en la bahía de Marsella. La activista Karina Dombrovskaya dijo: «Se estudió la estructura del sótano, y buscamos opciones. La perrita no estaba sentado en el pequeño agujero, tenía un estrecho paso bajo el sótano de la tienda. Naturalmente, a lo largo de los años, había excavado algunos pasajes y podía moverse por allí”.
“Libertad” fue examinada por los veterinarios, afortunadamente se encontraba en buen estado de salud, ella ahora está en un refugio temporal. Tiene miedo de la gente, los espacios abiertos y la luz. Trata de ocultarse, encontrar un espacio cerrado y cavar en el aserrín, pero hay esperanzas de que con el tiempo logré dejar todos sus miedos a un lado y sea realmente feliz con una familia que la quiera.
Es una aleccionadora historia para compartir, nunca se debe perder la esperanza ni dejar perecer a un animal porque se cree que nada más se puede hacer, esta perrita merece disfrutar plenamente de esa libertad que nunca ha experimentado y tiene ante sí un mundo nuevo por descubrir.