Recientemente, el descubrimiento de docenas de perros muertos y otros 130 encontrados en condiciones deplorables ha entristecido el corazón de todos los amantes de los animales.
La policía de Nueva Jersey junto con los inspectores del Departamento de Salud del Condado de Burlington llegaron a la casa ubicada en el municipio de Shamong, encontrándose con una escena que supera por mucho, cualquier escena de terror.
Las condiciones en que fueron encontrados los perritos horrorizó a toda la comunidad.
Los rescatistas informan que al entrar a la casa fueron sorprendidos con una fuerte ola nauseabunda de malos olores, años de heces y orina de animales había dañado el piso haciendo que fuera un lugar inseguro no solo para los perritos sino para cualquier persona.
Esto no fue lo más fuerte con lo que tuvieron que lidiar, el verdadero terror llegó cuando los inspectores encontraron 44 perritos muertos en bolsas de plásticos en un congelador.
Donna Roberts fue condenada por maltrato animal agravado.
Otros 130 perritos fueron encontrados vivos pero en terribles condiciones, algunos fueron trasladados a bienestar animal; otros tenían un estado de salud bastante delicado y fueron llevados a una clínica veterinaria donde recibieron atención prioritaria.
El coronel de la policía estatal de Nueva Jersey, Patrick Callahah, declaró que se sigue investigando la muerte de los perritos congelados. También destacó que como soldados tienen la obligación de salvaguardar la vida de personas y mascotas víctimas de maltrato.
Ningún perrito merece vivir condiciones insalubres.
El fiscal del condado de Burlington Scott Coffina ordenó capturar a Donna Roberts, una mujer de 65 años responsable de todo el dolor por el que pasaron los indefensos peluditos. La ley del municipio de Shamong establece que en una residencia solo puede haber 14 animales.
El maltrato animal es considerado un delito en muchas partes del mundo.
Las autoridades llegaron a la casa de Donna con el conocimiento que ella superaba el límite legal de animalitos por residencia. Donna asegura y mantiene que no ha hecho nada malo. Con respecto a los perritos muertos la mujer señala:
«Me olvidé de ellos, estaban en el sótano. Estaban en un congelador, y eso es lo que hacen los criaderos cuando los perros mueren. Nacieron muertos y no los maté. Están haciendo un gran problema de la nada”.
La mujer alega que cría animales para ganarse la vida, también argumenta que los animales muertos los enviaría a un laboratorio en Alabama donde serían sometidos a autopsias.
Sin embargo, nada justifica las acciones de Donna ni mucho menos el estado en que se encontraban los indefensos peluditos. Afortunadamente, fueron encontrados a tiempo y Donna ha sido acusada de varios cargos de maltrato animal.
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