Freya es una perrita que tuvo que pasar por una terrible situación: sus dueños perdieron la vida y la peludita terminó en un refugio. Afortunadamente, era tan encantadora que no tardó en robarse el corazón de otros humanos.
Kat y su pareja, Kenny, quedaron completamente enamorados de ella y no lo pensaron dos veces para formalizar la adopción.
Freya ya tiene 5 años viviendo con Kat y Kenny.
Freya se acostumbró muy rápido a su nuevo hogar. Es una gigante amorosa y adora pasar el día entero tomando siestas o correteando por todos lados. Cuando Kat y su novio comenzaron a planificar su boda, sabían que su querida mascota sería una de las invitadas más especiales.
«Fue como un ángel. Me acompañó mientras me arreglaba para la boda» explicó Kenny, el ahora esposo de Kat.
Se aseguraron de buscar un lugar en donde Freya estuviese cómoda y hasta le dieron el papel de «niña de las flores». Después de todo, nada mejor que compartir estos momentos tan especiales con nuestros seres queridos, incluidos los peluditos.
La dulce perrita siempre ha sido muy sociable, así que la pasó de maravilla en la boda. Cuando llegó el momento de caminar hasta el altar, lo hizo a toda velocidad y moviendo su colita de un lado para otro. Una vez que se encontró con los novios, los saludó con un efusivo beso.
“Hizo su gran entrada para saludar a todos los invitados”, dijo Kenny.
Todo parecía salir de maravilla, hasta que la graciosa Freya decidió robarse el espectáculo por unos segundos. La perrita había pasado gran parte del día junto a la novia y no tenía acceso al jardín, como es natural, ya tenía ganas de ir al baño así que en cuanto tuvo la oportunidad simplemente siguió su instinto y lo hizo no tan lejos de la fiesta.
“Había estado mucho tiempo adentro. Le urgía hacer sus necesidades”, dijo Kat.
Muchos se dieron cuenta de lo sucedido, pero la madre de Kenny no pudo evitar dar un enorme grito de sorpresa y todos los invitados no pudieron más que ver a Freya en su momento tan íntimo.
“Muchos ya sabían lo que Freya estaba haciendo, pero tuvieron el tacto de no decir nada. Mi mamá no pudo contenerse”, explicó Kenny.
Fue algo tan genuino, que todos lo tomaron con mucho sentido del humor. Kat y Kenny aman muchísimo a su perrita y están felices de haber compartido esta día tan especial con la traviesa Freya.
“Queríamos unas ceremonia llena de risas y nada mejor para eso que Freya. Fue el tema de la noche”, celebró Kenny.
Es justo admitir que la peludita fue la reina de la fiesta pero la novia no tuvo ningún problema al respecto.
¿Qué opinas de Freya como perrita de las flores y algo más? Comparte esta hermosa historia para celebrar las incontables de sonrisas que nuestras mascotas nos dejan día a día.