La reintroducción de especies silvestres en su medio de origen es una de las medidas de protección de la naturaleza más importantes y de mayor éxito en los últimos años. Sin embargo, aún hay mucho por hacer para evitar la tasa de extinción de especies animales, que hoy en día es de diez a cien veces superior a la que existiría sin la intervención humana, situación que de no resolverse, se acelerará en las próximas décadas.
Nenúfar y sus 4 cachorros lince
Uno de los casos más difíciles, pero a la vez exitoso de reintroducción animal es el del lince ibérico. De hecho, hace justamente seis meses Francisco Martínez Arroyo, actual consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural nos daba la feliz noticia del nacimiento en los Montes de Toledo, España, de las primeras cuatro crías de la lince ibérica conocida como Nenúfar. Se podía ver en los vídeos la feliz escena de una madre con crías llenas de vida, amorosamente protegidas por ella.
Sin embargo, poco les duraría la alegría a esta hermosa familia de linces; la asociación de Ecologistas en Acción ha tenido que informar de la muerte de los cuatro cachorros, incluída la madre, a manos de presuntos cazadores furtivos que les dispararon sin piedad, a quemarropa. Las víctimas pertenecían al programa de reintroducción Life+Iberlince, en la zona de los Montes de Toledo en Castilla, La Mancha, España.
Se cree que posiblemente la madre haya sido la primera en fallecer, pero hasta ahora nada se sabe del autor o los autores de este hecho abominable, que ha desatado el rechazo de asociaciones conservacionistas y proambientalistas, quienes han denunciado el repunte en las estadísticas de mortalidad del lince ibérico en lo que va del siglo XXI.
Por su parte, la Junta de Castilla-La Mancha y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, mantienen abierto el caso sobre la muerte de Nenúfar, pero lo cierto que esta situación y las circunstancias en las que ha sucedido, causa preocupación a las autoridades ya que, las muertes se han producido en distintas áreas que en teoría están sujetas a mayor vigilancia por ser el territorio donde se desarrolla la reintroducción de esta importante especie en peligro de extinción.
No obstante, sectores afectos al furtivismo, han reaccionado ante las críticas de las organizaciones ecologistas que afirman que la caza furtiva podría estar detrás de la muerte de Nenúfar y otros ejemplares fallecidos en circunstancias similares en los últimos meses.
“Me molesta que se utilice la muerte de estos linces para atacar desde un sector a otro”, afirmó Antonio Aranda, jefe del servicio de Espacios Naturales de la Consejería de Desarrollo Sostenible.
? Con la #primavera llegan nuevas camadas de #LinceIbérico nacidos en libertad en los Montes de Toledo. En vídeo, 4 nuevas crías juegan felizmente junto a su madre primeriza, Nenúfar. Se ha establecido en la misma zona que campea Mazapán, macho 1 año mayor, con nombre toledano? pic.twitter.com/EAcXAWAgZf
— Francisco Mtnez. Arroyo (@fmartinezarroyo) April 30, 2019
Debido a esta sangrienta práctica, los mamíferos terrestres están experimentando un colapso masivo en el tamaño de sus poblaciones y en su distribución geográfica en todo el mundo. ¡Millones de dólares! Esa es la cantidad que mueve el negocio de la caza indiscriminada.
Se llamaba Nenúfar y costó 400.000€, que es lo que invertimos en cada lince criado en cautividad para repoblar zonas donde fueron exterminados. Aquí aparece con sus cachorros, en los Montes de Toledo. Un furtivo se ha encargado de que todos estén muertos.pic.twitter.com/Jaya6TOvNu
— José Antonio Gavira (@Jose_Gavira) October 7, 2019
Es por todo ello que vemos cómo, si bien el instinto de supervivencia del animal lo lleva a evitar al humano a toda costa, ya que es su gran depredador, nos sucede exactamente igual cuando nos sentimos amenazados y mantenemos distancia de algún peligro. La diferencia es que, por lo visto, nuestra voracidad nunca se sacia. ¡Que crueldad exterminar a una familia de animales tan hermosa!
Comparte esta historia con tus familiares y amigos y evita la alteración de los ecosistemas. Recuerda que todo sufre daños: las plantas, las presas, los depredadores. Porque la caza afecta tanto a las especies que mueren como a las que no.