Es indignante y preocupante pensar que si en algún momento te llegas a encontrar en un accidente –esperemos que no- con tus mascotas, ellas serían transportadas al mismo lugar al que enviarán tu bolso y llaves, sin importar el estado físico en el que se encuentren.
Seguramente te imaginas que esa situación nunca sucedería porque si alguien viera a un perro en medio de un accidente ¿quién sería capaz de ignorarlo? Sin embargo, en España, esto es el pan de cada día.
La historia de Max, un perrito que fue abandonado en medio de un accidente, es ejemplo de ello. Él fue tan insignificante para los paramédicos, los oficiales de policía y los transeúntes, como los vidrios rotos o el celular dentro del auto en el que se encontraba.
Mientras sus dueños fueron llevados al hospital, Max quedó vagando en el lugar del accidente por sí solo, ignorado por todos los que allí se encontraban. Aunque claramente era el perro de la familia, nadie hizo el intento de protegerlo o asegurarse de su bienestar. Recibió el mismo tratamiento que habría conseguido un muñeco.
El Código Civil español, establecido en el año 1889 y que ha pasado por muchísimos cambios para adaptarse a la sociedad a la que se aplica, aún no reconoce a los animales como seres vivos, sino como simples objetos o “seres semovientes”.
Es por esto que la Fundación Affinity, Mascoteros y el Observatorio Justicia y Defensa Animal, han unido fuerzas para crear un cambio. Estas organizaciones crearon una campaña para persuadir al gobierno español a cambiar el estatus legal de los animales de “cosas” a “seres sintientes”, así como lo han hecho países como Alemania, Francia, Austria y Suiza.
Una de las partidarias de esta iniciativa es Arantxa, una mujer española que también fue testigo de esta injusticia cuando ella y sus gatas, Carla y Vita, se encontraron en medio de un accidente automovilístico y los policías le informaron que estas –independientemente de su estado- iban a ser enviadas al depósito de vehículos. Arantxa tuvo que resistir de ser enviada al hospital hasta que pudo contactar a alguien de confianza para que cuidara de sus gatas y las llevara a ambas a un centro veterinario.
“¿Qué habría sido de mis gatas? ¿Quién se habría hecho cargo de ellas? ¿Habrían terminado en el depósito, en su transportador roto, solas dentro de mi auto?”, es lo que se pregunta Arantxa al pensar en el incidente.
La campaña, que es conocida como #AnimalesNoSonCosas ya lleva más de 340 mil firmas recolectadas, pero necesita llegar a las 500 mil para lograr su objetivo.
Las fundaciones involucradas incluso han realizado encuestas a los españoles, en donde se ha concluido que al menos el 66% de los encuestados están de acuerdo con el cambio en la legislación; y aproximadamente un 89% considera que tanto perros como gatos son seres con sentimientos.
Nuria Menéndez de Llano Rodríguez, abogada de derecho animal, establece que el cambio del Código Civil es un pequeño paso para la política española, y se espera que en el futuro se apliquen y reformen leyes que hagan al derecho animal una rama jurídica tan importante como cualquier otra.
Esta es la conmovedora campaña #AnimalesNoSonCosas que está moviendo corazones. ¡Seguramente moverá el tuyo también!
¿Estás de acuerdo con que los animales sean tratados con el respeto y amor que se merecen? Entre todos podemos hacer la diferencia, firma la petición aquí.
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