Mia es una adorable gatita capaz de enamorar a cualquiera con su adorable mirada. Esta minina comenzó su vida en una situación verdaderamente peligrosa y a duras penas logró ser trasladada a un refugio justo a tiempo para salvarse.
Cuando nació, Mia fue separada de su madre y la vendieron a una familia que no le brindó los cuidados que tanto necesita un minino durante sus primeros días de vida. Cuando finalmente decidieron dejarla en un refugio, los rescatistas quedaron en shock.
Laila D’Souza recibió a la linda gatita en el refugio Winston Memorial Foundation de Kuwait. La pequeña estaba muy débil y tenía tantas pulgas y garrapatas que era posible que no lograra sobrevivir.
Laila no lo pensó dos veces y la recibió para brindarle toda la atención del mundo. Si había algo que sus lindos ojitos dejaban claro; era que la gatita nunca había recibido el cuidado y cariño que tanto merecía.
“El momento en que la tuve en mis brazos, supe que haría todo lo posible para ayudarla a conseguir la vida que se merecía”, dijo Laila.
Mia necesitaba recibir un tratamiento muy delicado así que Laila la llevó a su casa para no perderla de vista. Allí la pequeña comenzó a sentirse segura y demostró que tenía una personalidad alegre y divertida.
“Es muy juguetona y curiosa. Siempre tiene sus grandes ojos abiertos y cada vez que se concentra en perseguir algo, luce como si estuviese muy preocupada”, dijo Laila.
En cuestión de días entabló una gran amistad con Leya, la perrita de la rescatista. A medida que iba recuperando sus fuerzas, comenzó a tener largas sesiones de juegos con la peludita. Mia era mucho más pequeñita pero seguía a Leya a cada rincón de la casa y la imitaba en todo lo que hacía.
Laila estaba muy feliz con la recuperación de la gatita así que comenzó a prepararlo todo para encontrarle un buen hogar definitivo. La pequeña no tenía grandes posibilidades de ser adoptada en Kuwait así que los rescatistas se vieron en la obligación de tomar medidas algo extremas.
Contactaron a un par Fundaciones en Estados Unidos y lograron coordinar un viaje para trasladar a varios gatitos y buscarles un hogar seguro allá.
“Estoy muy feliz por ella. Ha llegado muy lejos”, dijo Laila.
Mia parecía muy feliz de emprender su viaje y poco después de llegar logró enamorar a una familia con sus irresistibles ojos. En cuanto conoció su nuevo hogar, se dirigió a la cama más suavecita y se sentó ahí para indicar que ese sería lugar.
Se lleva de maravilla con los otros gatitos de la casa y ahora está disfrutando de la vida que tanto merece.
¿Crees que podrías resistirte a los lindos ojos de Mia? ¡Comparte!