Stella, una polidáctilo, fue una pequeña luchadora desde el principio. Nació de un gato rescatado a través de una cesárea de emergencia y es el único superviviente de su camada de seis. Nació con polidactilia, un trastorno genético en el que quien lo padece nace con dedos adicionales en sus extremidades.
Su madre no podía amamantar, por lo que Caroline Grace, una de las integrantes de Saving One Life (un rescate de gatos dirigido por voluntarios), la acogió y comenzó a alimentarla durante todo el día.
Stella era diminuta frágil y requería de muchísima ayuda
A pesar de ser tan pequeña y frágil, la gatita aguantó con todas sus fuerzas y superó las fiebres altas después de días de recibir tratamientos con antibióticos y oxígeno.
Esta niña era realmente una bebé luchadora. Tuvo una entrada difícil a este mundo. Siendo un bebé por cesárea, viniendo de una madre enferma y estresada, sin poder amamantar ni obtener calostro, tenía todas las probabilidades en su contra.
Hubo varias ocasiones en las que Caroline no sabía si lo lograría, pero la pequeña gatita guerrera nunca dejó de luchar. Después de una semana de alimentación por sonda y cuidados meticulosos, Stella comenzó a animarse.
A los ocho días de edad, pudo succionar una jeringa entera de fórmula de 5 ml por su cuenta. Stella está equipada con pulgares y dedos adicionales en sus patas. Tiene un dedo extra en cada pie delantero (que parece un pulgar) y dos dedos extra en cada pie trasero.
En este video conocerás el emotivo viaje de Stella hacia su recuperación
La pequeña polidactilo tenía el hábito más lindo de chuparse el «pulgar» cuando intentaba asearse las patitas. Durante las siguientes semanas, Caroline continuó alimentando a Stella cada dos horas durante todo el día.
La mayoría de los gatitos de esta edad pueden pasar cuatro horas entre las comidas. A Carolina no le importó darle amor y apoyo extra para que estuviera sana y fuerte.
Pronto comenzó a progresar, superando los pronósticos
A Stella le creció un vientre redondo y saludable que mostró con orgullo rodando sobre su espalda mientras agitaba sus patas en el aire. Era un poco más pequeña de lo que debería ser para su edad, pero la dulce atigrada no permitió que nada la detuviera.
El primer momento en el que Carolina pudo realmente exhalar y saber que iba a estar bien fue cuando fue destetada a las cinco semanas.
De repente, se convirtió en una comedora voraz y comenzó a ganar más peso. Tan pronto como Stella descubrió los músculos de sus piernas, dio sus primeros pasos fuera de su nido.
La personalidad de la gatita emergió cuando comenzó a usar la caja de arena, a jugar con juguetes y a tratar de trepar por lo que pudiera poner sus patas.
Usó su fuerza recién descubierta para corretear por su habitación, saltando, trepando y persiguiendo insectos invisibles. Su nivel de energía se disparó y ningún juguete pudo escapar de los ojos penetrantes de la pequeña Stella.
Después de 10 semanas en cuidado de crianza, la pequeña Stella se convirtió en una gatita feliz y bulliciosa. Se graduó de su hogar de acogida hace unos días y fue esterilizada y adoptada por una familia maravillosa.
Ahora lo peor a pasado y no cabe duda de que encontrará a su familia perfecta
Sin duda, todos los amantes de los animales se complacen en conocer rescates así, con un final feliz gracias al amor y la perseverancia. Comparte esta grandiosa transformación que nos recuerda que todos los animales merecen una oportunidad.