Las duras imágenes de una famélica elefanta desplomada en el suelo han despertado la indignación del mundo y las redes sociales están encendidas por su deplorable historia. Después de que Save Elephant Foundation, con sede en Tailandia, compartiera en su página las imágenes de Tikiri, el rechazo por la situación no se ha hecho esperar.
La hembra de 70 años ha participado durante 10 días en el Festival de Perahera, una celebración budista que se realiza anualmente en Sri Lanka, al sur de la India.
Durante los días de este festival con fines religiosos se presentan diversas atracciones que incluyen bailarines, artistas y el desfile de elefantes decorados. A menudo estos son adornados con grandes trajes elaborados con luces.
Entre el furor y la algarabía de la celebración, decenas de elefantes caminan al parsimonioso paso que les obligan las cadenas que arrastran sus extremidades.
Mientras las personas celebran, las colosales criaturas caminan kilómetros entre la pólvora que cubre las calles de la ciudad de Kandy.
“Nadie ve las lágrimas en sus ojos lastimados, por las luces brillantes que decoran su máscara. Nadie ve su dificultad para caminar, ya que sus piernas están encadenadas mientras camina”, explicaba Lek Chailert, directora de Save Elephant Foundation.
Pero esta fundación protectora de los elefantes cautivos en la región ha decidido alzar nuevamente su voz a favor de la desnutrida criatura y los otros 60 animales que participan en el festival junto a ella.
“Esta es Tikiri, una hembra enferma de 70 años. Es una de los 60 elefantes que debe trabajar este año al servicio del Festival de Perahera, en Sri Lanka”, denunció la fundación en su cuenta de Facebook.
Junto a la publicación se compartió una fotografía de Tikiri desplomada por el cansancio y con notables síntomas de desnutrición.
No sólo la vejez hace más pesada la participación de esta criatura en actos como este, sino su mal estado físico.
“Esta pobre vieja ha caído y todo el mundo puede verla. No podemos quedarnos en silencio. Es hora de ponerse de pie y tomar medidas para proteger a los otros elefantes que aún sufren y esperando de nuestra voz. Es hora de acabar con el uso de animales en ceremonias”, escribe la fundación.
Save Elephant Foundation ha animado a las personas a pronunciarse ante el gobierno y denunciar este acto.
Además, han pedido a las personas a firmar una petición en la que se le exige al gobierno de Sri Lanka la promulgación de leyes más severas que prohíban los malos tratos para los animales. En pocos días esta campaña ha obtenido más de 19.000 firmas.
La gran noticia es que levantar la voz ha surtido su efecto. Después de la denuncia, Tikiri ha sido retirada del desfile y según informó Pradeep Nilanga Dela, coordinadora del festival, la elefanta está recibiendo atención médica.
Pero el grito de esta fundación no ha sido sólo a favor de Tikiri, sino de todos los elefantes que son utilizados en el festival.
Quizás el caso de esta hembra anciana sea el más extremo, pero lo cierto es que otros elefantes participan anualmente en este festival y son sometidos a los mismos tratos injustos. La mejor decisión sería que estos animales fuesen trasladados a un santuario y que las autoridades dejen de permitir que sigan sucediendo este tipo de actos. Lo que se ha convertido en el principal objetivo al que apunta la fundación.
Comparte esta nota e invita a tus amigos a firmar la petición y exigir a las autoridades otro destino para el resto de animales que podrían correr la misma suerte. ¡Sé la voz de aquellos que no la tienen! ¡No permitamos que este tipo de atrocidades se sigan cometiendo!