En ocasiones hay situaciones que obligan a los dueños de mascotas a dejarlos en un refugio. Problemas económicos, de salud o mudanzas repentinas pueden ser algunas de las razones, pero quizás si estas personas supieran lo que les sucede a sus “amigos” allí dentro se arrepentirían antes de hacerlo.
Ningún refugio puede rechazar a un animal pero en ocasiones ya están sobre poblados y en estos casos el tormento es aún más acelerado.
Los ingresos económicos de estos lugares son reducidos y la demanda de animales que necesitan abrigo, ayuda a intensificar las políticas de limpieza. Por si no lo sabías, hay casos en los que la mascota sólo dura días en el lugar antes de ser puesta a dormir.
Quizás los dueños la dejan allí con la esperanza de que pueda encontrar un nuevo hogar pero esto no siempre sucede.
En Estados Unidos 1.2 millones de perros son sacrificados en los refugios cada año. Por eso, para Zach Skow, fundador del rescate Marley’s Mutts con sede en California, “cualquiera que esté considerando dejar a un perro en el refugio debe saber primero algunos puntos aleccionadores”.
Los refugios aceptan más perros de los que realmente son adoptados
No podemos decir que todo lo refugios son malos, hay algunos notables como los de Best Friends en Utah y California. Sin embargo, la calidad del refugio no depende sólo de los ingresos económicos sino también de los voluntarios.
Un refugio en el que no haya gente dispuesta a colaborar con el cuidado y las atenciones que necesitan estas criaturas y aumente la demanda de hospedaje, seguramente este no será el lugar más agradable para tu amigo.
Los perros de refugio se tornan en perros asustados y son menos adoptables
Entrar a un refugio es una sobrecarga sensorial inmediata para los animales, que se ven embriagados de aromas, ruidos personas extrañas. Esto lo sacará de la rutina a la cual estaba acostumbrado y el animal puede encogerse o resistirse al contacto humano.
De allí que veamos tantas caritas tristes en los refugios pero también se dan casos contrarios: los perritos que se tornan violentos al recibir el impacto de sensaciones nuevas.
Si su perro tiene algún tipo de problema de comportamiento en el que no reacciona bien a un entorno de refugio, su perro tiene muy pocas posibilidades de supervivencia. No pueden adoptar perros que no se muestran bien», dice Skow.
Sí, es cierto, sus días están contados
Lo que quizás pocas personas sepan al dejar a un perro en un refugio es que estos lugares tienen el compromiso de mantener al animal sólo por una semana, así que el asunto es una verdadera carrera contra el tiempo.
Los voluntarios evalúan el comportamiento del animal y el interés que las personas han tenido hacia él para saber sus posibilidades de ser adoptado.
Algunos son bastante amigables y las posibilidades de encontrarles un hogar se hace más alta.
Sin embargo, hay otros que son un poco cascarrabias y no corren con la misma suerte y quedan relegados a fundaciones de rescates u otras organizaciones aprobadas, pues llegan a considerarse un peligro para el público.
Lo lamentable es que en ocasiones son las mismas condiciones del refugio las que hacen que el animal tenga mal humor. Se le cierra las puertas a unas criaturas que sólo necesitan algo de amor.
Algunas características son una sentencia de muerte
Por desgracia, algunos animales parecen poseer una señal letal. Ya sea por la raza, el color o la edad, algunas criaturas son injustamente sentenciadas a la eutanasia, pues se consideran “imperfectos” para los posibles adoptantes.
«Si su perro es viejo o una raza indeseable, puede esperar que lo sacrifiquen. Cualquier tipo de perro de raza considerada peligrosa tiene muy pocas posibilidades de ser adoptado», explica Skow.
Aunque esto suene cruel, hablamos de una lamentable realidad.
Los cachorros son los que tienen mayor posibilidad de ser adoptados, a menos que tengan alguna condición especial. Socialmente nos dejamos guiar por prejuicios tan tontos como el color, los perritos negros tienen hasta un 50% menos de probabilidad de ser adoptados.
Aunque absurdo, esto es un hecho creado por nuestros propios prejuicios. Pero aún, en algunas áreas, como el condado de Prince George’s, Maryland, la legislación específica que algunas razas dan como resultado su eutanasia automática sin posibilidad de adopción.
Esta es la cruda y sombría realidad de la vida en los refugios, nada lejana a lo que vive un niño huérfano pero ellos no corren el riesgo de ser sacrificados.
Si te preguntas qué puedes hacer para cambiar esto, sé multiplicador de este mensaje y coméntales a tus amigos para que lo piensen muy bien antes de dejar a sus amigos en un refugio.
Por muy difícil que sea la situación por la cual se deban separar, hay otras alternativas como las que ofrece American Humane Society en su página web. También puedes convertirte en voluntario de tu refugio local o mejor aún brindarle la libertad a uno de los perritos que esperan resignados por un hogar mejor.
Por favor comparte esta nota y ayúdanos a hacer conciencia para que juntos podamos cambiar esta realidad ¡No más perritos tristes, solos o sacrificados en refugios, comparte!