Los paisajes devastados en el interior de tierras gallegas y portuguesas provocados por los incendios recientes reflejan la alarmante situación que muchos residentes del lugar están atravesando. Especialmente aquellos que lo han perdido todo, y con ello sus recuerdos y un pasado que no volverá.
Los incendios de Galicia han calcinado cerca de 11.500 hectáreas. Desde el domingo, en esta región ha ardido lo equivalente a todo el 2015. Las impactantes imágenes son el símbolo de la desolación de una comunidad atacada por las llamas año tras año: viviendas destrozadas, el suelo calcinado, la vegetación destruida y un ecosistema abatido, que será difícil de recuperar.
La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, anunció el martes:
“Creedme, el cien por cien de los incendios fueron provocados”.
Y el caso de los animales calcinados y abandonados a su suerte, en medio de la catástrofe, es lo más grave de todo.
Así lo ha reflejado la impactante imagen que se ha vuelto viral, de una perrita que lleva en su hocico el cadáver de su cría calcinada, en la aldea de Chandebrito en Nigrán (Pontevedra).
No pudo protegerla de las llamas, pero buscó hasta encontrar sus restos, que reconoció pese a la acción del fuego.
Frente al panorama tan desolador, el espíritu solidario no se podía hacer esperar. Surgieron decenas de grupos de whatsapp coordinados por zonas para el rescate de las especies animales que se encontraran en peligro de muerte.
Decenas de caballos, jabalíes, zorros, erizos están siendo rescatados estos días por los voluntarios, por veterinarios y por asociaciones ecologistas. Es la principal batalla que se libra estos días en la comunidad gallega.
Mensajes que se difundían en los más de 30 grupos de whatsapp creados para rescatar animales, sin duda despertaron el amor por la naturaleza y por rescatar aquello que es parte de su historia:
«Caballo en el monte Alba quemado que necesita ayuda. No sé si hay alguien de la zona aquí. Mandarlo a Val Miñor, por favor».
“Hoy a las 16:00 quedaremos delante de las piscinas de Ponteareas para salir a rescatar animales por las zonas afectadas por el fuego. Intentad traer de todo: coches, furgones, remolques, cuerdas, mantas, agua, comida para animales, garrafas, cubos, material médico y cualquier cosa que creáis que puede ser útil”.
El martes por la tarde, los gallegos del sur de la provincia de Pontevedra tenían, al menos, quince salidas al monte organizadas en diferentes zonas para poder rescatar caballos, lobos y cualquier animal que saliese al paso.
La ayuda empezó incluso a venir desde fuera. Una marea de solidaridad que conmueve.
Surgió también una perfecta organización en cuanto a la recepción de medicamentos y de productos sanitarios. Es de lo que más hace falta para atender a los animales. De ese modo, los voluntarios espontáneos están poniendo a disposición puntos de entrega de dinero, medicamentos y todos los insumos necesarios.
Algunos veterinarios presentes en las zonas de rescate agradecían el apoyo. Los recursos y las personas disponibles rebasaban las enormes necesidades tras los incendios. Una noticia muy alentadora.
“Hola, soy de Pamplona, tengo pensado coger mi coche y salir mañana hacia Galicia, ¿a quién le viene bien?… Buenas, salgo mañana desde Madrid. ¿Alguien que se venga o que necesite transporte?…Hola, este fin de semana iré con especialistas animales y caninos a Vigo….Hola, soy de Sevilla, ¿alguien del sur que vaya en coche o que se esté organizando para ir en bus?”
Y así miles de mensajes de apoyo. Lo bueno de toda esta movilización es que no se ha quedado en un mero deseo. Ellos han llegado a Galicia, han cumplido su objetivo y han evitado que un caballo o un pequeño cachorro pereciese entre las llamas.
Este es el espíritu solidario que aplaudimos. ¡Comparte esta noticia con tus amigos!