Bomi es una perrita que, como ocurre con otras mascotas similares, fue cruelmente abandonada a su suerte por su familia original.
Ella, con un corazón lleno de lealtad e inocencia, no hizo otra cosa que esperar por siempre el regreso de sus seres queridos. Un retorno que jamás ocurrió.
Bomi fue dejada a su suerte en este paradero de una autopista de Corea
Nadie sabe exactamente de dónde proviene Bomi. Un hombre la encontró un día a un lado de una autopista. Ella lucía bastante bien: su pelaje estaba limpio, gozaba de buena salud y parecía tener un peso acorde a su edad y tamaño.
El hombre que se topó por primera vez con Bomi imaginó la suerte que la mascota había corrido, así que comenzó a hacerse cargo de la perra lo mejor que pudo. Decidió alimentarla a diario.
Sin embargo, a pesar de estas gentilezas, este sujeto no pudo impedir que la salud de Bomi desmejorara, conforme pasaba el tiempo. Uno de sus ojos comenzó a perder la visión y tenía una pata trasera lastimada.
A pesar de esto, la perra no perdía las esperanzas. Cada vez que un carro se acercaba al lugar donde Bomi hacía vigilancia, la mascota se aproximaba, con la esperanza de ver llegar a su familia.
En estas imágenes podrás conocer la historia de Bomi
Sin importar el clima, con buen sol o con lluvia, Bomi estaba allí a la espera de las personas que amaba. La herida en su pata comenzó a ponerse peor y el hombre que cuidaba del perro temió por su bienestar.
Fue entonces cuando decidió llevarla al veterinario. El médico determinó que la herida en la pata había sido ocasionada por un vehículo y sugirió que la autopista no era el mejor lugar para ella.
Un veterinario determinó que la lesión de su pata se debía a un accidente con un auto
La patita de Bomi fue tratada y por fortuna, la perra sanó y volvió a caminar correctamente.
El hombre que se había hecho cargo de ella acató las sugerencias del veterinario y decidió llevarse consigo definitivamente a la mascota a su casa. Bomi tendría un nuevo hogar donde poder vivir tranquila el resto de sus días.
Bomi se recuperó muy bien de su pata y el hombre que la había cuidado hasta ahora, decidió darle un nuevo hogar
Al principio, la perrita no se acostumbró muy bien a sus nuevos compañeros humanos y perrunos. Ella se sentía un poco ajena a esta nueva familia, pero poco a poco, el afecto y las atenciones pudieron más que su desconfianza.
Fue así como Bomi, una perrita fiel, amorosa y excepcional, encontró una segunda oportunidad de ser feliz en una familia ideal. Su gran lealtad la ayudó a salir para siempre de la autopista en la cual su antiguo amo le había abandonado.
Allí conoció a un compañero perruno que la adora y que hace sus días más felices
Si te conmueve la fidelidad de esta noble perrita, comparte su historia para que todos los dueños de una vez por todas tomen conciencia de lo que supone dejar a su suerte a un animalito que sólo sabe de amor y perdón.