Kolento es un dulce Cocker que adora dar paseos y oler todo lo que se encuentra en la calle. Sin embargo, después de dar un paseo en un parque, olió algo que cambió por completo su comportamiento.
Kolento siempre ha sido un perro muy curioso y juguetón.
Dion Lambrecht, el dueño de Kolento, sacó a su pequeño a dar un paseo en un parque de Denmark como suelen hacerlo todos los días. Dion dejó que el perro oliera libremente en el parque, ya que es de sus juegos favoritos, y en cuestión de segundos el perro sacó algo que estaba en el suelo y lo comió sin que su dueño pudiera notarlo. Su perro suele comer las cosas que encuentra en un santiamén:
“Él es muy rápido, come todas las cosas que encuentra”
Más tarde, cuando llegó del trabajo, su perro no lo recibió con la alegría de siempre e incluso parecía ignorarlo por completo:
“Estaba caminando en círculos. No podía concentrarse”
Dion decidió llevarlo a un veterinario de emergencia. Nunca había visto que su perro se comportara de manera tan extraña y parecía completamente aislado de lo que sucedía a su alrededor.
Kolento no reaccionaba ante las órdenes que su dueño le daba
El primer diagnóstico que dieron los veterinarios fue devastador: intuían que podía tratarse de un infarto y que una zona de su cerebro habría quedado seriamente afectada. Podían ser señales de que lo mejor sería sacrificar a Kolento para que no sufriera:
“Me rompió el corazón escuchar eso. Pensé que lo había perdido”
Los doctores internaron a Kolento. El médico decidió que quería realizar una prueba de drogas en el perro para descartar que estuviese bajo el efecto de cannabis. Dion autorizó a que le realizaran las pruebas, pero estaba seguro de que él jamás le habría dado a su perro ninguna droga. El resultado lo dejó impresionado:
“La prueba salió positiva. Había consumido cocaína, metanfetamina y anfetamina”.
En cuestión de segundos, Dion comprendió que aquello que su perro había comido en el parque eran drogas. Avisaron a la policía para que revisaran el parque, pero ya no había rastros. Por suerte, este diagnóstico era mucho más esperanzador. Los médicos ayudaron a que Kolento purgara las drogas; y sólo habría que esperar que su cuerpo superara los efectos. No fue una recuperación inmediata, pero a poco a poco Kolento iba volviendo a ser el mismo:
“En la noche volvió a tomar agua. También comió algo. Dejó de temblar. Pasó dos o tres días muy deprimido y parecía alerta a todo. Le costaba dormirse. Después de lograr dormir por muchas horas despertó mucho mejor”.
Es un alivio saber que Kolento se pudo recuperar; pero es necesario recordar la importancia de mantenernos alerta en cada paseo por la salud de nuestros perritos.
Te invitamos a compartir la historia de Kolento para ayudar a evitar que otros perros pasen por lo mismo.