“Hambre Cero”, así es el nombre del restaurante de un joven que tuvo una hermosa iniciativa. João de Souza Araujo tiene 29 años de edad, desde niño siempre ha tenido un amor especial por los perritos, solía dejar agua y comida debajo de un árbol cerca de su casa, pero sabía que eso no era suficiente.
Quería ayudar a todos los animalitos abandonados y se le ocurrió una increíble idea. Construyó un restaurante para alimentar a los perritos callejeros que están de paso o viven en la zona. El restaurante cuenta con un diseño sencillo que mantiene la comida limpia y segura de cualquier cambio climático. Tiene un techo para proteger el alimento del sol y el agua, recipientes con comida, iluminación para la noche, y un sistema especial que le suministra agua a los perritos.
Hambre cero, un pequeño restaurante canino con grandes intenciones.
João sin darse cuenta se hizo cargo de todos los perritos abandonados de la zona donde él vive, nunca pensó que dejando cacerolas con comida frente a su casa se convertiría en todo un proyecto. Ahora los perritos tienen un lugar mucho más organizado y cómodo.
Los perritos tendrán comida las 24 horas del día.
La iluminación del restaurante tiene un sistema diseñado por el mismo João, usó una batería y un faro de moto, el dispensador de alimento lo recarga día por medio y equivale a cinco platos grande de comida. No sabe cuántos perritos se benefician con esta pequeña idea pero está feliz de poder ayudarlos.
El bebedero soporta 20 litros de agua.
João no cuenta con el apoyo de ninguna institución para financiar el alimento de los perritos, con su trabajo y el apoyo de su madre hacen lo posible para que a no les falte nada. Su deseo por cuidar de los animalitos abandonados aumentó después de que su mascota fue diagnosticada con cáncer.
“El hambre es la misma, para el humano como para el perro. La diferencia es que la gente puede pedir, ellos no”.
Su perrito está en tratamiento y necesita atención diaria, tiene una herida en la nariz que le molesta, sin embargo João está seguro que su perrito sanará. A pesar dela situación de su mascota eso no limita al joven a salir todos los días para ver a sus amiguitos caninos.
La enfermedad de su perrito lo motiva a seguir ayudando a otros perritos.
Su felicidad es indescriptible, saber que los perritos tendrán su comida diaria hace la diferencia. Cuando les servía en el árbol algunos perritos no lograban comer porque llegaban tarde, ahora ninguno se quedará sin comida y se acostarán con sus barriguitas llenas.
João todavía no sabe la cantidad exacta de alimento que necesita para abastecer el restaurante, solo sabe que ver a sus clientes satisfechos es una gran bendición.
No solo les da comida, también les da amor.
Algunas personas se enteraron de su iniciativa y expresaron su intención de realizar donaciones. Ideas como están merecen todo el apoyo y el agradecimiento del mundo. Deseamos que alguna organización se sume y haga de esta pequeña idea un gran proyecto para darle felicidad a los perritos que tanto lo necesitan.
Ayúdanos a compartir la nota para qué más personas se unan y colaboren con esta hermosa causa. Recuerda que los perritos son nuestra pasión y merecen lo mejor.