Valerie Jane Morris Goodall nació en Londres el 3 de abril de 1934 y desde muy temprana edad mostró su pasión por los animales. Nació con una atracción asombrosa por los seres vivos, desde que tenía un año de edad quería conservar hasta las lombrices del jardín como sus mascotas.
Hoy es símbolo del naturalismo, es activista y primatóloga enfocada al estudio del comportamiento de los chimpancés en África y a promover estilos de vida que sean favorables para la conservación del planeta. Es Mensajera de la Paz de Naciones Unidas y cuenta con más de 100 premios internacionales por su labor científica y su activismo ambiental.
Poco a poco se enamoraba más de los primates y quería investigar la conducta de los animales del Dr. Dolittle, de Tarzán. Su sueño era viajar a África y vivir entre animales y escribir libros sobre lo que aprendiera de ellos.
Cuando cumplió 23 años, se subió a un barco y en época de posguerra, emprendió su viaje a Kenia. Conoció al paleoantropólogo Louis Leakey, quien le encomendó la tarea de investigar a los chimpancés salvajes.
Para esto, viajó a Tanzania y después de observar su conducta durante meses descubrió que eran capaces de cortar y deshojar un palo que luego introducirían en un agujero para extraer termitas y comérselas. Fue muy importante saber que no solamente la especie humana era capaz de fabricar herramientas, sin duda uno de los descubrimientos más importantes para la ciencia y gracias a esto comenzó su carrera y la impulsó a seguir un doctorado en la Universidad de Cambridge.
En compañía de su madre, vivía en la selva y siguió el curso de su investigación hasta abordar sus hábitos, sus emociones, su personalidad individual y su capacidad intelectual. Estos conocimientos fueron trascendentales para la biología y nuestra percepción de los primates.
Ella expresa que no concibe a los chimpancés como animales, considera que son seres primates y nosotros seres humanos. Afirma que tienen personalidad individual, carácter, emociones y merecen ser llamados por su nombre.
Jane tiene dos amigos que la acompañan en cada viaje: un chimpancé de peluche llamado Mr. H con el que ha visitado más de 60 países, y una vaca de peluche con la que promueve una reciente campaña en contra de las granjas industriales.
Hoy tiene 81 años, pero Jane mantiene la misma energía, con la diferencia de que la observadora pasiva de la conducta animal que pasaba meses registrando comportamientos de los chimpancés, se convirtió en una activista, en una pionera del cuidado del planeta y viaja por todo el mundo con una campaña de conservación de los seres vivos y del medio ambiente. Todavía no olvida al primer grupo de primates que estudió y mantiene contacto con las generaciones siguientes que con cariño llama “nietos”.
Actualmente es embajadora de Disney, de un documental llamado “Monkey Kingdom”, que sigue la vida de un grupo de macados en Sri Lanka y se muestra fascinada con ese proyecto. También está lanzando un nuevo libro sobre el rol de los árboles y plantas en el ecosistema. Valora el papel de las redes sociales y las herramientas tecnológicas para convocar a muchas personas y ha logrado que sus mensajes tengan un enorme alcance.
Trabaja casi los 365 días del año para el Instituto Jane Goodall, una organización sin ánimo de lucro que respalda programas humanitarios, ambientales y de vida silvestre alrededor del mundo. Su agenda de viajes se mantiene repleta y a pesar de los años su voluntad es la misma.
Desde hace poco promueve que las actividades agrícolas excesivas son crueles y lo califica como un horror del planeta, por lo que es vegetariana e incita al resto de la gente a tomar conciencia.
Un personaje tan importante para el mundo celebra sus años de exitosa labor. ¡Comparte su mensaje con tus amigos!