Lo efímero de la vida es que mientras la estamos planeando serán las circunstancias y nuestras decisiones las que nos dicen cómo y hacia dónde van las cosas. Y es que por muchos planes que se tengan, solo basta una cosa para hacernos entender que la vida es el aquí y ahora.
Incluso sin darnos cuenta nos vemos involucrados en las vidas de personas que ni siquiera conocemos y en el mejor de los casos podemos cambiar su destino por completo.
Una mujer desesperada intentaba rescatar a su perro.
Esto fue lo que le sucedió a Raden Soemawinata, un joven modelo que se encontraba en el muelle de Melbourne, Australia, para realizar la ceremonia fúnebre de su abuela.
Sin embargo, el acto solemne dio un giro inesperado cuando de un momento a otro los gritos de una mujer desesperada llamaron su atención.
El joven saltó desde el puente y nadó hacia el perrito.
Si bien Raden pudo haber ignorado a la mujer decidió acudir a ella, cabe destacar que nunca antes la había visto.
Solo decidió dejar sus asuntos de lado y atender a los de una mujer, quien le explicó que su adorado perrito había caído a las frías aguas del río e intentaba mantenerse a flote.
El perrito asustado encontró en el joven su mejor tabla de salvación.
Si bien el incidente ocurrió hace algún tiempo las imágenes han salido a la luz pública recientemente conmocionando a todos con la heroica acción del joven que terminó por salvar a un perrito.
Es un cruce de maltés con shitzu llamado Bibi.
Bibi es de una raza pequeña sin habilidad de valerse en el agua sola por mucho tiempo. Así que su vida estaba completamente en riesgo si no se actuaba de inmediato.
Raden decidió interceder y arrojarse al agua para su rescate, antes se desprendió de algunas prendas que pudieran incomodarle para nadar.
Afortunadamente, el perrito salió ileso.
El joven nadó varios metros hasta llegar al asustadizo perrito, luego retornó, un viaje que parecía aún más difícil ya que solo podía nadar con un brazo; con el otro mantenía a flote y acobijaba al perrito.
“Estaba helado y corría viento, pero no fue una difícil situación saltar al agua. No fue un gran hito. Trabajo parte del tiempo como modelo, así que desvestirme en público no es algo que me cause un problema», comentó Raden.
Por suerte, el joven llegó a la orilla donde lo esperaba la dueña de Bibi quien lo ayudó a salir del río.
No solo sostuvo entre sus manos a su empapado perrito sino que le dio un tierno abrazo de agradecimiento a Raden.
Bibi y su dueña están infinitamente agradecidos con el joven, que sin duda, fue su ángel guardián.
Quizá la ceremonia no salió como Raden y su familia lo esperaban, pero definitivamente sus acciones salvaron la vida de un perrito. Seguro que su abuela desde el cielo está feliz y orgullosa de su valiente nieto.
Emotivo rescate que nos recuerda que el servicio a los vulnerables es el más grande gesto de amor.
Esos pequeños detalles inesperados son los que les dan emoción a nuestra vida. Aprendamos de cada uno de ellos y valoremos cada instante. ¡Comparte!