En el mundo entero se realizan incontables injusticias sobre animales inocentes que no pueden hablar o defenderse. Su única esperanza es que algún humano luche por su bienestar y le brinden una nueva oportunidad. Esta fue la honorable labor a la que se dedicó Regan Russell a lo largo de toda su vida.
“Era la persona más pacífica y amable que conocí en mi vida. Necesitamos más personas como ella”, dijo Stephanie Schwartz, activista de Pig Save.
Su amor por los animales era tan grande que decidió dedicar cada día a hacer de este mundo un lugar mejor e hizo incontables campañas para acabar con las injusticias de los mataderos. Ahora, la comunidad de rescatistas se encuentra de luto tras recibir la noticia de que Regan perdió la vida al intentar ayudar a unos cerditos.
Regan vivía en la ciudad de Toronto, en Canadá.
Una de las cosas que más preocupaba a Regan era que muchos animales no llegaban a recibir un gesto de cariño a lo largo de todas sus vidas. En varias ocasiones decidió hacer vigilias para brindar alivio a los cerdos que iban al matadero.
Regan dedicó 40 años de su vida a la lucha por los derechos de los animales.
Les daba agua e intentaba que los demás tomaran conciencia de esta dura situación. Una nueva ley en Ontario prohibió a los activistas interactuar con los animales de granja ni documentar tratos injustos. Regan decidió hacer caso omiso y siguió tratando de ayudar a los cerditos.
“Las personas no pueden interferir con un vehículo que transporta animales de granja ni interactuar con los animales sin el consentimiento del conductor”, dice la ley 156 aprobada el 17 de junio en Ontario.
Dos días después de la aprobación de la Ley, Regan perdió la vida. El camión que se encontraba llevando a los cerditos al matadero la arrolló. Varios testigos del lugar grabaron lo sucedido pero todos los videos fueron confiscados de inmediato.
“Regan vivió y murió como una activista. Un camión camino al matadero acabó con su vida mientras ella protestaba de manera pacífica”, dijo un portavoz de Peta.
Su vida fue arrebata mientras ella intentaba salvar y brindar consuelo a los animales. Había sido activista desde 1979 y fue un ejemplo inigualable por su dedicación a la ayudar de brindar voz a los más necesitados.
“Regan pasó sus últimos minutos de vida brindando amor y cariño a los cerdos que iban al matadero. Probablemente el único amor que ellos vieron en toda su vida. Descansa en paz”, se lamentó PETA en sus redes sociales.
Regan formó parte de importantes organizaciones en pro de los derechos de los animales como PETA y Pig Save. Es recordada por ser una persona sumamente amorosa. Esperamos que la partida de Regan ayude a crear conciencia sobre la maldad e injusticias que hay en los mataderos.
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