Los caballos han sido utilizados por los seres humanos desde el principio de los tiempos. Antes era totalmente normal montar a caballo para hacer largas distancias, pero desde la aparición del automóvil, estos animales han pasado a ser utilizados para las competencias, certámenes o, simplemente, el disfrute.
Sin embargo, montar un caballo no es algo fácil, debido al tamaño imponente de estos animales, en comparación al de un humano promedio, y porque se requiere de determinada fuerza física y agilidad para montar un equino.
Tal como sucedió en nuestra historia de hoy, con una mujer que intentó una y otra vez subir a un gran caballo sin éxito alguno. En su intento desesperado por subir al animal, la mujer cuya identidad se desconoce trataba de tomar el mayor impulso posible para así tomar el control de las riendas del caballo.
La frustración era evidente en el rostro de la mujer
Uno, dos, tres intentos… La mujer saltaba para coger impulso pero nada parecía hacerla llegar al lomo del caballo. Así que, totalmente decidida, tomó aire profundamente y se impulsó con todas sus fuerzas, una de sus piernas logró tocarlo y, por un momento, pensó que por fin había subido, pero no fue así, terminó de nuevo en el suelo.
Cuando todo parecía perdido y la mujer estaba resignada a no montar el caballo, el inteligente animal hizo algo que dejó a los internautas sin habla: se alejó un poco de la mujer, caminando hacia enfrente, ella pensó que trataba de huir, pero en realidad solo quería ayudarla.
El equino tuvo el gesto más noble
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Publiée par Cuarto de Milla sur Samedi 27 juillet 2019
“Pero qué hermoso caballo y qué dedicación de aquella persona qué le enseñó la disciplina, la vio muy pequeña y no dudó en ayudarla”, señaló un internauta.
De pronto el animal, percatándose de la frustración de la mujer al no poder cabalgarlo, en un gesto de reverencia y “caballerosidad” ante la jinete, dobló sus patitas y se agachó lentamente, permitiéndole subir y montarlo.
El sorprendente gesto quedó registrado en video y ha sido reproducido más de 40 millones de veces. Y no es para menos, ni siquiera los humanos somos capaces de un acto tan loable.
“Qué lindo, ojalá así fuera mi esposo, él sí es una bestia”, dijo una burlona usuaria de Facebook.
Cuando el caballo quedó completamente tumbado, la mujer saltó rápidamente sobre él, tomó las riendas con fuerza y, finalmente, pudo comenzar su cabalgata sobre un grandioso animal que le demostró la pureza de su corazón.
Esta historia nos recuerda lo inteligentes que son los animales, quienes siempre están dispuestos a ayudar a quien está a su alrededor, incluso cuando solo quieren dar un paseo sobre su espalda.
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