El continente asiático se convirtió en el foco de atención tras convertirse en primera instancia en el epicentro del coronavirus, desde su brote inicial en diciembre de 2019.
China, en contra de todos los estereotipos, ha dado pasos importantísimos, prohibiendo el comercio de perros y gatos para evitar que terminen en un plato de comida. Con esto, nunca más podrán ser alimento humano, quitándolos de la lista de las especies que son tratadas como ganado, y considerándolos como lo que son: animales de compañía.
Sin embargo, no podemos decir lo mismo de Vietnam, cuya horrible e inimaginable práctica para conseguir un supuesto remedio contra el coronavirus, ha sido denunciada por la organización animalista No To Dog Meat.
El procedimiento se basa en la creencia popular de que en los gatos negros estaría la mágica cura para el virus, por sus infinitas propiedades curativas, hecho que no tiene ninguna evidencia científica.
Por ese motivo, los gatos negros se están convirtiendo en el «oro líquido» para los vietnamitas y de modo casero producen una famosa bebida espesa, que se usaría tanto para prevenir el virus como para curarlo.
Cuando la ignorancia, la estupidez y la crueldad se juntan, definitivamente los resultados pueden ser horriblemente desgarradores. El procedimiento que usan para obtener el supuesto remedio supone la aberración más absoluta y rebasa todos los límites de tortura que hayas podido escuchar jamás.
Según Julia de Cadenet, vocera y fundadora de No To Dog Meat, «hierven, desollan y cocinan» a los inocentes mininos, para luego convertirlos en la bebida pastosa que se vende con fines curativos para el virus.
Los activistas difunden inquietantes imágenes que muestran hileras de gatos muertos secándose al sol después de ser sacrificados.
Otro video, que no lo publicamos porque puede herir la sensibilidad de muchos, muestra a un gato vivo siendo colocado en una olla mientras se vierte agua hirviendo sobre él.
«Ver el angustiante video me heló la sangre. Es comprensible que la gente en todo el mundo esté aterrorizada por COVID-19 pero esta no puede ser la excusa para inflingir una crueldad tan horrible en contra de estos inocentes animales», dijo Julia.
«Incluso si hubiera evidencia científica de que cure el virus (que no la hay), este tratamiento inhumano es un nivel de crueldad que es inaceptable incluso para quienes comen carne», agregó.
Explicó que se hace «moliendo animales cocidos en una pasta, que luego es tomada por personas que sufren de coronavirus o aquellos que esperan no atraparlo».
Hasta el momento se sabe que se comercializa principalmente en la capital del país, Hanoi. Sin embargo, también se han encontrado páginas en Internet que lo venden en línea.
Incluso en una imagen se puede ver a un bebé bebiendo el «milagroso remedio»
Han circulado videos e imágenes de gente consumiéndolo y preparándolo, y se teme que este procedimiento se pueda extender por otros países de Asia.
Julia menciona que independientemente de la crueldad animal, en diversas ocasiones denunció ante el Gobierno de Reino Unido y la ONU que el comercio de carne de perro y gato en el Lejano Oriente y en el Sudeste asiático, podría causar una crisis de salud global. Y no se equivocaba…
«La matanza de animales en vivo en los mercados es particularmente insalubre y el consumo humano de la vida silvestre y las especies en peligro de extinción debe terminar», había advertido.
En Vietnam e Indonesia, la práctica de comer perros, gatos y vida silvestre exótica sigue siendo una costumbre arraigada. Y aprovechándose de la crisis del coronavirus, los comerciantes han estado promoviendo carnes «exóticas» como una posible cura.
Los activistas están uniendo sus fuerzas para ir tras la pista de estos perpetradores y desenmascararlos ante las autoridades. Pero hasta que eso suceda nos entristece e indigna enormemente lo que estos pobres mininos están sufriendo en manos de gente tan perversa y asesina. ¡Comparte para levantar la voz!